Estos consejos básicos
demuestran la importancia de llevar a cabo una revisión exhaustiva del
vehículo, para evitar averías y accidentes. Escoger el lubricante adecuado,
como Shell Helix Ultra con tecnología PurePlus, previene daños en el motor
derivados de las bajas temperaturas, además de reducir el consumo de aceite.
La llegada del invierno y la
bajada de temperaturas suponen un claro desafío para nuestro coche y su buen
funcionamiento. Shell ha elaborado una guía útil con recomendaciones que todos
los conductores deben tener en cuenta
sobre revisión y mantenimiento del automóvil ante esta nueva estación. Seguir
estas pautas ayudará a evitar los problemas que puedan provocar las heladas, la
nieve e incluso la lluvia.
1. MOTOR
Es muy importante elegir el
lubricante que se ajuste mejor a las necesidades del motor y cumpla con las
especificaciones del fabricante. Un aceite sintético de baja viscosidad fluye con
mayor rapidez y minimiza la fricción y el desgaste de las piezas durante el
arranque en frío. Para facilitar la decisión ante la gran variedad de productos
disponibles en el mercado, Shell recomienda el uso de herramientas interactivas
como Shell LubeMatch, que ofrece información sobre qué lubricante es el más
adecuado, en qué cantidad además de datos
técnicos acerca de sus
propiedades. Con el uso de lubricantes sintéticos elaborados a partir de gas
natural en lugar de petróleo como Shell
Helix Ultra con tecnología PurePlus, pueden prolongarse los tiempos de cambio,
a la vez que se reduce la necesidad de
rellenos de aceite por su menor volatilidad.
2. NEUMÁTICOS
Son uno de los elementos más
importantes que debemos revisar ante la llegada del cambio de estación para evitar accidentes como el
aquaplanning. Shell recomienda prestar especial atención al dibujo del
neumático, que debe estar bien definido a lo largo de todo el ancho de banda. También pueden utilizarse
neumáticos específicos para el invierno,
que se caracterizan por tener el
trazo más profundo y la goma con un compuesto más blando y de mayor agarre con
temperaturas frías. Las cadenas también son otro elemento que debemos tener en cuenta sobre todo,
para la conducción por nieve. Las hay de varios tipos, desde metálicas hasta
los denominados spike spider, que se acoplan sobre la rueda de forma rápida y
llevan una serie de radios que se adhieren perfectamente a la goma del
neumático. Lo más importante es que vayan colocadas sobre las ruedas que
“mueven el coche”, ya sean de tracción delantera, trasera o en las cuatro
ruedas.
3. FRENOS
Para Shell inspeccionar las
distintas partes –discos, pastillas, pinzas o tambores, si los lleva– para su óptimo funcionamiento es otro
de los punto a tener en cuenta para asegurar nuestro vehículo ante la nieve, el
hielo o la lluvia, ya que estos materiales funcionan en gran medida por
fricción, y las inclemencias propias del invierno les afecta de forma directa.
En esta senda, Shell recomienda prestar especial atención si al activar el
pedal de freno se detecta algún sonido. Que los frenos suenen puede deberse a
pastillas en mal estado, unos discos deteriorados o a que
haya que realizar una revisión en el circuito del líquido de frenos. Para Shell
lo más importante es dejar este tipo de operaciones en manos de un
especialista, ya que el líquido de frenos es una sustancia altamente corrosiva
y la manipulación del sistema de frenos suele requerir un purgado para sacar la
burbuja de aire que se haya podido almacenar al rellenar el circuito, y que
puede provocar fallos en la frenada.
4. LÍQUIDO ANTICONGELANTE
Su principal función es
mantener la temperatura óptima del motor –unos 90º aproximadamente– durante su
funcionamiento, bien para que el agua usada
para refrigeración no se
evapore o no
se congele. Shell
aconseja asegurar que
el depósito cuente con los
niveles establecidos por las marcas guía que incorpora, y que no esté muy
sucio, en cuyo caso tendrás que acudir a un profesional para que pueda
cambiarlo ya que debe hacerse con el motor en marcha.
5. VISIBILIDAD
Durante la estación invernal,
es fundamental cuidar al máximo los elementos que afectan a la visibilidad del vehículo. Al ser los
días más cortos, tendremos que utilizar las luces durante más tiempo, por lo
que hay que cuidar que las luces funcionan correctamente y disponer
de repuestos para sustituirlas
ante cualquier imprevisto. Por otra parte, las lunas del vehículo soportan
elevadas diferencias de temperatura y la mayor frecuencia de lluvias e incluso
nieve, trae consigo que hagamos más uso de los limpiaparabrisas. Por ello es
importante
cambiarlos –tanto los
delanteros como los traseros– si se han deteriorado o han bajado su rendimiento
de forma que tengamos una visibilidad óptima en todo momento.
Tal y como apunta Pedro del
Amo Alonso, Lubricants Technical Advisor
de Shell España, “además de tener en
cuenta estos elementos es fundamental tener la máxima precaución en la
conducción bajo una climatología adversa. El invierno es una de las estaciones
que más afecta al funcionamiento del vehículo y es importante estar preparados
para evitar imprevistos y minimizar los posibles riesgos asociados”.
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