Glencore ha aumentado la
producción de metales utilizados para fabricar baterías de automóviles a mayor
ritmo que sus principales rivales mineras, según un análisis de toda la
industria que muestra el impacto de una estrategia que tiene potencialmente
grandes riesgos y recompensas.
La producción de cobalto y
cobre de la compañía anglo-suiza casi se duplicó en los cinco años anteriores a
2016, mientras que su producción de níquel se cuadruplicó, según muestra la
investigación recopilada para Reuters por S&P Global Market Intelligence.
Los metales para vehículos
eléctricos representan aproximadamente el 50% del resultado de explotación de
Glencore, más del doble que sus principales competidores: BHP,, Rio Tinto, y
Anglo American.
El análisis, basado en los
informes de las empresas, respalda la afirmación de Glencore de que está bien
posicionada para capitalizar el anticipado aumento de la demanda de automóviles
eléctricos en la próxima década.
Sin embargo, también tiene
peligros potenciales; la mayor parte de la producción se ha integrado mediante
adquisiciones, y Glencore acumuló más deuda que sus competidores, según S&P
Global Market Intelligence.
Gran carga de deuda
Tenía 28.400 millones de
dólares de deuda neta frente a los 16.300 BHP, 8.100 millones de dólares de Rio
Tinto y 5.500 millones de dólares de Anglo American, según el estudio
recopilado en noviembre.
Las preocupaciones sobre el
tamaño de las deudas de Glencore en un momento de caída de los precios de las
materias primas llevaron a que sus acciones cayeran a un mínimo histórico en
2015 y los gestores inyectaron más fondos e implementaron un plan de reducción
de deuda.
La acción se ha recuperado
desde entonces, impulsada por el aumento de los precios de las 'commodities' y
los esfuerzos de Glencore para fortalecer su balance.
Glencore se ha negado a
realizar comentarios para esta información, diciendo que emitiría una
actualización a sus inversores la próxima semana. El CEO Ivan Glasenberg ha
dicho muchas veces este año que el despliegue de vehículos eléctricos impulsará
la demanda de cobre, cobalto y níquel.
La compañía calcula su deuda
de manera diferente al resto de la industria, compensando parte con inventarios
de 'commodities' que pueden convertirse fácilmente en efectivo. A finales de
junio, dijo que su deuda era de 13.900 millones de dólares.
La dependencia de Glencore en
la República Democrática del Congo para el cobalto y el cobre presenta otro
riesgo. Los otros grandes del sector evitan el país, que está plagado de focos
de anarquía y conflicto, tumulto político, trabajo infantil y un sistema legal
opaco.
Los analistas e inversores
reconocen el riesgo, pero muchos consideran que vale la pena. "El mundo
necesita cobalto y la República Democrática del Congo necesita entradas de
moneda extranjera", dice Ryan Seaborne, gerente de cartera en 36ONE Asset
Management de Sudáfrica, que posee acciones de la minera. "Seguimos siendo
alcistas Glencore como compañía y como los activos de cobalto de la RDC".
Caminos divergentes
La voluntad de Glencore de
operar en el Congo lo ha convertido en el principal productor mundial de
cobalto entre las principales mineras. Aumentó su producción de cobalto de
12.880 toneladas en 2011 a 28.300 el año pasado, lo que representa más de un
cuarto del mercado mundial de aproximadamente 100.000 toneladas, según el
análisis.
También elevó la producción de
cobre de 700.000 a 1,4 millones de toneladas, mientras que su producción de
níquel aumentó de 28.500 a 115.100 toneladas y el de zinc de 563.100 a 1,1
millones de toneladas.
Aunque no es ampliamente
considerado como mineral apto para los vehículos eléctrico, algunas
investigaciones han encontrado que el zinc, utilizado principalmente para
galvanizar acero, podría usarse en baterías si otros minerales se vuelven
demasiado caros o difíciles de encontrar.
Un ritmo acelerado de desarrollo
tecnológico significa que la mezcla de metales necesaria para las baterías de
los coches eléctricos podría cambiar radicalmente, según los analistas, lo que
podría socavar las ambiciones de la compañía. Pero esta es una amenaza es a más
largo plazo debido al tiempo que los fabricantes de automóviles necesitan para
incorporar innovaciones.
Los rivales de Glencore
BHP, por ejemplo, dice que un
cambio masivo hacia el coche eléctrico está a más de una década de distancia.
Se espera que la demanda de petróleo para vehículos ligeros llegue a su punto
máximo en 2030.
Anglo American, el principal
proveedor de platino del mundo, busca sacar más ganancias de sus importantes
reservas y apuesta por los vehículos propulsados ??por células de combustible
de hidrógeno en las que el platino actúa como catalizador.
Mientras que los competidores
de Glencore tienen menores producciones de cobalto, níquel y zinc, todos están
interesados ??en el cobre, que tiene muchos usos como uno de los mejores
conductores de electricidad, incluso aunque sean cautelosos con respecto a la
velocidad a la que llegarán los vehículos eléctricos.
Entre los principales rivales
cotizados, BHP obtiene la mayor proporción de sus ganancias de los metales de
vehículos eléctricos después de Glencore, alrededor de una quinta parte, y esto
es principalmente gracias al cobre.
Rio Tinto, el mayor productor
de mineral de hierro del mundo, está trabajando en una masiva expansión
subterránea en la mina de cobre Oyu Tolgoi en Mongolia. También tiene un proyecto
de litio en Serbia, pero no entrará en producción antes de la próxima década.
El litio es un metal para
batería que pone nerviosos a muchos inversores. Predecir los niveles de precios
es difícil, ya que es abundante y hay muchos nuevos proyectos en marcha. Para
Glencore, ansioso por tener cierto control sobre los precios, no es una apuesta
tentadora.
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