Toyota presenta en un
Seminario de Tecnología Avanzada en su centro de I+D en Zaventem (Bélgica), su
Visión Global hacia el objetivo ‘CERO ACCIDENTES’ a través la conducción
automatizada.
En una entrevista doble
exclusiva, Seigo Kuzumaki, Ingeniero Jefe de Toyota Motor Corporation,
Responsable de I+D en Seguridad y Asuntos Gubernamentales de Tecnología, y Gill
Pratt, Consejero Delegado del Toyota Research Institute (TRI), explican el
enfoque de Toyota frente a la conducción automatizada.
El desarrollo y despliegue
de la conducción automatizada es en una de las principales prioridades para
Toyota, especialmente en el Toyota Research Institute (TRI), el centro de
investigación constituido a finales de 2015, con sedes en Silicon Valley,
California (EE.UU.), y Cambridge , Massachusetts (EE. UU.), que trabaja en
nuevas tecnologías, Inteligencia Artificial (AI) y robótica. Los objetivos de
la progresiva implantación de la conducción automatizada son reducir el número
de fallecidos en las carreteras hasta alcanzar la meta de ‘cero víctimas por
accidente de tráfico’, ampliar el acceso a la movilidad al mayor número de
personas y conseguir que la conducción sea más segura, emocionante y práctica.
Para responder a todas las
cuestiones que surgen en torno a esa tecnología, Toyota ha entrevistado en
exclusiva a Seigo Kuzumaki, ingeniero jefe de Toyota Motor Corporation (TMC)
responsable de I+D en Seguridad y Asuntos Gubernamentales de Tecnología, y a
Gill Pratt, consejero delegado del TRI.
Pregunta. Para Toyota, ¿cuál
es el factor principal que impulsa este programa de conducción automatizada?
Kuzumaki: “Toyota quiere una
movilidad segura y cada vez mejor para todos. No queremos que la gente esté
preocupada por la posibilidad de verse implicado en un accidente. Queremos que
cuando alguien se suba a un coche, solo le digas “¡Que te diviertas!”, en lugar
de “¡Ten cuidado!”. Con la conducción automatizada nos fijamos el objetivo de
reducir los más de 1,3 millones de vidas que se pierden en accidentes de
tráfico cada año en todo el mundo”.
Pratt: “Además, todo el
mundo, y nos referimos de verdad a todo el mundo –incluidas las personas de
edad avanzada y aquellas con discapacidades físicas– que actualmente no pueden
conducir, podrían desplazarse de forma segura allá donde desearan”.
P. ¿Cómo tienen previsto
hacerlo posible?
Kuzumaki: “La movilidad del
futuro que tenemos en mente se basa en el concepto de que el automóvil
contribuirá a tu seguridad. El vehículo te cuida como lo haría un compañero de
equipo. Por eso nos referimos a nuestra visión de movilidad como Mobility
Teammate Concept”.
Pratt: “Con el tiempo, a
medida que vaya mejorando la inteligencia artificial de los automóviles, estos
irán aprendiendo los hábitos y preferencias de los conductores y ocupantes. En
ocasiones, la inteligencia artificial seguirá esas preferencias y, en otras,
alertará al conductor. Vehículo y conductor evolucionarán juntos y se harán
inseparables”.
P. ¿Cómo funciona eso en la
práctica?
Pratt: “Toyota distingue
entre dos niveles de autonomía de los vehículos: ‘Chófer’ y ‘Guardián’. El
sistema ‘Chófer’ es la conducción automatizada para cuando el conductor no
quiere o no puede sentarse al volante. En el modo ‘Guardián’, es un humano
quien conduce, con el apoyo de la asistencia avanzada a la conducción del sistema.
Lo que es importante destacar en nuestro enfoque es que la decisión corresponde
al conductor. Aunque el vehículo vaya a estar totalmente automatizado, los
conductores seguirán pudiendo disfrutar del placer y la libertad de conducir,
si así lo desean”.
Kuzumaki: “Estas tecnologías
avanzadas de seguridad constituyen tan solo un lado de la ecuación. Nuestro
enfoque se articula en torno a dos ejes: además de desarrollar tecnologías de
vanguardia, trabajamos para popularizar las prestaciones de seguridad de una
forma más asequible en toda nuestra gama. Cuando esas tecnologías de seguridad
estén disponibles en toda la gama, incluidos los modelos básicos, podremos
conseguir que las cosas cambien de verdad. Estamos orgullosos de que nuestras
prestaciones para prevenir accidentes estén ya disponibles en el 92% de los
vehículos que vendemos en Europa, ya que eso nos ayuda a avanzar hacia el
objetivo de Cero accidentes de tráfico (Toyota Safety Sense)”.
P. Suena prometedor, pero
¿cuándo podemos esperar ver todo eso en las carreteras?
Kuzumaki: “En 2020,
introduciremos el Highway Teammate, que es el sistema de conducción
automatizada para autopista. Es capaz de incorporarse o salir de la autopista,
adelantar a otros vehículos y cambiar de carril. Eso, claro está, si el
conductor así lo decide. En línea con nuestra filosofía, el sistema siempre
colaborará con el conductor”.
P. Entonces, ¿no habrá
conducción automatizada en las carreteras ordinarias?
Pratt: “A principios de la
década de 2020, tenemos previsto introducir el Urban Teammate, un sistema de
conducción automatizada para las carreteras ordinarias. Con una inteligencia
artificial más avanzada, Urban Teammate hará posible una mayor automatización
de la conducción”.
P. ¿Cuál es su postura en lo
que respecta a la colaboración con la competencia en este ámbito?
Pratt: “Estamos siempre
abiertos frente a posibles colaboraciones. La competencia y la colaboración
deben gestionarse cuidadosamente porque estamos en un entorno que cambia
constantemente”.
Kuzumaki: “En efecto,
deberíamos dejar claro en qué ámbitos deben competir y colaborar las empresas.
Por ejemplo, el desarrollo de mapas de gran precisión es un área en que se
podría compartir información. La colaboración es importante, pero también lo es
la competencia para acelerar la innovación”.
P. ¿Cómo encaja el Toyota
Research Institute (TRI) en la estructura de I+D global de Toyota?
Pratt: En Toyota, la idea de
kaizen, o mejora continua, está en el centro de todo lo que hacemos. Es nuestra
base y una de nuestras principales bazas. No obstante, en esta época sin
precedentes, necesitamos enfoques adicionales. En este ámbito concreto, sencillamente
no basta con dar pequeños pasos. Hay que dar grandes pasos adelante, y eso, a
menudo, da lugar a fracasos. Si tienes suerte, tras tener el valor de caer una
y otra vez, al final, de repente, triunfas. La misión del TRI es explorar
espacios y dar esos pasos adelante para Toyota. Además del trabajo que hacemos
nosotros mismos, recientemente hemos creado Toyota AI Ventures, un fondo
empresarial de capital conjunto diseñado para cultivar e invertir en el
espíritu empresarial de las empresas emergentes en el campo de los datos, la
inteligencia artificial/conducción automatizada, aprendizaje automático,
robótica, etc.”.
P. ¿Cómo aspiran a conseguir
el máximo nivel de seguridad? ¿Cuánta seguridad es suficiente?
Pratt: “Programar el
software es relativamente fácil de hacer, lo difícil es predecir el
comportamiento humano. ¿El coche girará a la izquierda o a la derecha? ¿El niño
saldrá corriendo tras la pelota? Estamos desarrollando un modelo estadístico
basado en los datos recogidos del comportamiento humano real. A partir de esas
estadísticas, creamos un entorno simulado y allí ponemos a prueba nuestro
software de autonomía. Pero con eso no basta. Simulamos muchos más kilómetros
con un tráfico mucho peor del que se observa en el mundo real. Por último, complementamos
esas simulaciones con pruebas físicas, ya que la carretera es siempre el mejor
banco de pruebas. Al combinar la simulación con la conducción en el mundo real,
aspiramos a alcanzar el desafío del billón de kilómetros que se ha fijado
Toyota”.
Kuzumaki: “Es crucial que el
vehículo sea totalmente seguro por sí solo. Es decir, sin necesidad de
interactuar con la infraestructura ni con otros vehículos. Así, se garantiza
que el vehículo puede navegar con seguridad incluso si los servicios fallan, por
ejemplo, a causa de una catástrofe natural. Puesto que estos vehículos tendrán
que afrontar circunstancias meteorológicas y de tráfico extremas, el sistema
necesita una combinación de múltiples sensores distintos que se complementan
unos a otros. Los sensores de LIDAR (Light Detection and Ranging), por ejemplo,
tienen problemas con la nieve”.
P. Para acabar, ¿qué retos
le quedan por delante a la movilidad del futuro?
Kuzumaki: “En primer lugar,
la legislación. Necesitamos marcos normativos unificados si queremos introducir
la tecnología de conducción automatizada en diversas regiones. En segundo
lugar, la conducción automatizada requiere la transferencia de una gran
cantidad de datos, y es importante proteger los datos personales y la seguridad
de los mismos”.
Pratt: “Llegar al nivel de
autonomía 5 es, sin duda, uno de los retos que tenemos por delante. La
inteligencia artificial no llega todavía al nivel suficiente de razonamiento
humano. Pongo en cuestión a todos aquellos que dicen que saben cuándo llegarán
al nivel 5. La aceptación social es otro de los retos. No todo el mundo está
listo para aceptar la conducción automatizada y la inteligencia artificial. No
obstante, empezamos a observar un cambio de mentalidad. ¿Recuerda los
ascensores de antes? Hacía falta alguien para controlarlos pero, con el tiempo,
los ascensores automáticos se aceptaron ampliamente. Debemos asegurarnos de que
nuestros productos sean seguros y de que los vehículos automatizados funcionen
notablemente mejor que con un conductor humano si queremos que una madre confíe
la vida de sus hijos a un vehículo automatizado”.
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