En marzo de 2016, Cristina
Sales sufrió una lesión medular que le impide caminar
En el Institut Guttmann, los
pacientes practican la entrada y salida del coche con un SEAT León donado por
la compañía
“En la vida no te queda
otra: o te levantas y sigues, o te quedas atrás. Yo desde el minuto uno adopté
la primera opción”. Ha pasado poco más de año y medio desde que Cristina Sales
sufrió una lesión medular que le impide caminar. Esta joven de 32 años está
cargada de positivismo y fortaleza para afrontar, como dice ella, su “nueva
vida”.
Cristina estuvo ingresada en
el Institut Guttmann de Barcelona, donde empezó un proceso de rehabilitación
para ejercitar la musculatura y ganar autonomía. Uno de los ejercicios se
centra en aprender a entrar y salir del coche y a cargar su silla. Para ello,
los pacientes cuentan con un SEAT León cedido por la compañía automovilística y
la ayuda de un terapeuta que les va guiando. Éste fue el paso previo a conducir
para Cristina. Al cabo de poco tiempo, se sacó un permiso especial para
personas con discapacidad.
Actualmente, utiliza el
vehículo a diario. “El coche es para mí imprescindible, ahora mismo no podría
vivir sin usarlo. Es mi vida y para mí significa libertad, ya que puedo ir
donde quiera y cuando quiera, y esto para mí es vital”, comenta al volante de
un SEAT León adaptado. Conduce habitualmente y ha conseguido dominar la
técnica, aunque a menudo sigue necesitando ayuda, sobre todo, para cargar la
silla.
“No es un camino fácil”,
confiesa, y en muchas ocasiones siente “nostalgia de caminar”. A pesar de vivir
momentos duros y pasar por un proceso difícil, “lo más importante es aceptar tu
nuevo cuerpo”, sostiene Cristina. En este sentido, su entorno ha jugado un
papel clave. Al margen de prestarle su apoyo incondicional, asegura que familiares
y amigos nunca le han hecho sentir que tiene una discapacidad.
En su día a día, esta joven
sigue con la rehabilitación. “Tengo que estar físicamente muy preparada, hacer
deporte prácticamente cada día y no parar nunca con el proceso de recuperación.
He mejorado muchísimo y me voy autosuperando”, asegura Cristina. Su empeño y
perseverancia son algunas de las actitudes que más enfatiza Mónica, una de las
fisioterapeutas de la Fundación Step by Step de Barcelona donde se trata
Cristina. “Lo que más me sorprendió cuando la conocí es que no se pone
límites”, resalta la especialista.
Con esta actitud, se dispone
a disfrutar de su nueva vida, “diferente a la anterior, pero normal”, matiza
Cristina. Y es ahora, en esta nueva etapa, que ve cumplir un sueño: “Una de mis
primeras preocupaciones cuando supe de mi lesión era saber si podía llegar a
ser madre”, explica. Actualmente está embarazada y espera la llegada de una
niña, que “saldrá con más amor y cariño que ningún bebé de este mundo”. Una vez
más, Cristina demuestra que su lesión no es un límite para lo que se proponga.
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