El examen para conductores noveles
en el Reino Unido incluirá una prueba en la que los aspirantes deberán
demostrar su destreza en el uso de dispositivos GPS, tal y como ha anunciado la
Agencia de Estándares para Conductores y Vehículos británica (DVSA, en inglés).
A partir del 4 de diciembre, los
alumnos que se presenten a la prueba deberán seguir las indicaciones del
aparato de geolocalización durante unos 20 minutos, además de atender a las
instrucciones del examinador durante el resto del examen.
Las autoridades británicas han
introducido este cambio en el examen, que definen como el más significativo
desde 1996, ante los datos que indican que más de la mitad de los conductores
utiliza ese tipo de dispositivos.
"Resulta vital que el test de
conducción esté al día con las tecnologías que usan los vehículos y con las
áreas que suponen un riesgo mayor para los nuevos conductores una vez hayan
superado el examen", dijo en un comunicado el director ejecutivo de la
DVSA, Gareth Llewellyn.
El secretario de Estado de
Transporte, Andrew Jones, afirmó por su parte que la medida "ayudará a
reducir el número de muertos y heridos en las carreteras".
"Tenemos que asegurarnos de
que el examen de conducir continúa siendo relevante en el siglo XXI",
indicó Jones.
Los nuevos test pondrán asimismo
menos énfasis en maniobras a baja velocidad en calles poco transitadas para
centrarse en zonas de mayor densidad de tráfico, donde se producen la mayor
parte de los accidentes.
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