La asociación, que defiende
los intereses de los comerciantes de vehículos, resalta el alto volumen de matriculaciones
del último día del mes, 12.100, un 12,37% del total
Elías Iglesias, presidente de
Ancove, considera preciso una reflexión de las marcas y del Gobierno sobre la
evolución del mercado
La Asociación Nacional de
Comerciantes de Vehículos, Ancove, viene alertando los últimos meses de la
debilidad del mercado de turismos y todo caminos, algo que vienen a confirmar
los datos de febrero, cuando las matriculaciones subieron tan solo un 0,2%
respecto al mismo mes de 2016 y un 4,8% en el conjunto del año. Una vez más, se
detecta la vitalidad del canal de empresas –en gran medida sustentado por el
tirón de las matriculaciones tácticas llevadas a cabo por la auto compra de los
concesionarios y en menor medida de las marcas- y la atonía del segmento de
particulares, verdadero sustento de la rentabilidad de las redes de
distribución.
Así, mientras que las compras
de empresas crecieron en el mes de febrero un 10,9%, el canal de particulares
ha registrado un descenso del 0,1% en el mes, agravando la tónica de fragilidad
que se viene notando desde el último trimestre del pasado año.
Las matriculaciones de las
redes se han convertido ya en una mala práctica del sector. Las cifras se han
cuadrado el último día del mes, cuando se registraron algo más de 12.100
matriculaciones, el 12,37% del total del mes, motivado por la necesidad de
cumplir con los objetivos establecidos por las marcas. Vehículos que siguen
aumentando las unidades sin vender que se acumulan en las campas de los
concesionarios. Las matriculaciones tácticas de turismos, 4x4 y comerciales
sumaron casi el 10% del total del pasado año.
“Los concesionarios no pueden
seguir soportando el esfuerzo financiero que implica estar comprando unos
vehículos a precios superiores a los que podrán venderlos en el mercado, dinero
que recuperan cada vez más tarde pues empieza a ser complicado dar salida al
volumen de unidades de km cero y otro tipo de ofertas comerciales”, declara
Elías Iglesias, presidente de Ancove.
Ante esta realidad, Ancove
considera que las marcas deben dar prioridad a sus redes de distribución frente
a las exigencias de sus fábricas y ajustar los objetivos que imponen a sus
concesionarios a la realidad del mercado. Exigirles ventas muy por encima de la
demanda real implica un coste adicional que muchos de ellos no pueden afrontar,
lo que podría arrastrar a muchos al cierre.
Además, la asociación de
comerciantes reitera al Gobierno la necesidad de adoptar medidas para
incentivar la renovación del parque de vehículos muy envejecido, un plan cuya
prioridad debe ser renovar un parque de vehículos con altos niveles de
contaminación y con medidas de seguridad muy obsoletas respecto a las últimas
tecnologías que montan los modelos actuales.
“Un plan de achatarramiento
estructural debe ir más allá de una mera subvención. Ha de incluir medidas
fiscales, como el cambio del impuesto de circulación primando los coches más
limpios; medidas de circulación urbana, estableciendo sistemas que primen los
coches menos contaminantes frente a los más antiguos; medidas de control de
achatarramiento mediante un refuerzo en la ITV y un control de los desguaces
para asegurar que los coches no vuelven a las carreteras”, declara Elías
Iglesias.
Por este motivo, Ancove ha
solicitado que las futuras ayudas a la compra deberían incluir los vehículos de
segunda mano de menos de 4-5 años y se incentive con mayores ayudas la retirada
de los coches más viejos, los que pasen de 15 años.
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