La operación se estima en unos
2.000 millones, pero no hay cifras oficiales
A falta de confirmación
oficial por parte de sus protagonistas, el Grupo PSA alcanzó este viernes un
principio de acuerdo para adquirir Opel y Vauxhall, el negocio europeo de
General Motors. Los consejos de administración de ambas compañías liquidaron
los últimos flecos y pudieron respirar de alivio. De esa forma se anticipó lo
que el sector del automóvil esperaba que se desvelara el próximo lunes, en
víspera de la apertura del Salón del Automóvil de Ginebra. El anuncio lo
adelantó el viernes el diario francés Les Echos, tras indicar que el Consejo de
Vigilancia de PSA concedió su visto bueno a la compra de Opel, Sin embargo, al
cierre de esta edición, el grupo francés insistía en que las conversaciones
continúan. "Las negociaciones son largas y complicadas", pero al
mismo tiempo "avanzan por buen camino", explicó.
La compra de Opel por PSA
viene a juntar el hambre con las ganas de comer. Por un lado se confirma la
voracidad del grupo francés que integra las marcas Peugeot, Citroën y DS por
desplazar a Renault de la segunda plaza del ranking europeo de fabricantes. También
recorta distancias ante el incontestable líder mundial y europeo Volkswagen.
Por parte norteamericana, la
desinversión de Opel por General Motors es lo más parecido a liberarse de una
espina clavada en el pie. Así, a partir de ahora, el gigante estadounidense
confía en correr sin el lastre del Viejo Continente, donde arrastraba cerca de
16 años con números rojos.
La operación estaba cantada
desde hace tres semanas. Los primeros ejecutivos de ambas compañías apenas
disimulaban el alcance de una operación que sacude los cimientos del sector.
Fue el pasado 14 de febrero cuando Grupo PSA y General Motors confirmaron la
existencia negociaciones en relación con una posible venta de Opel al gigante
francés, con el objetivo de mejorar su rentabilidad y su eficiencia. Por el
momento no se ha confirmado el importe de la compraventa, aunque los analistas
coinciden en que rondará los 2.000 millones de euros. Algunas fuentes apuntan
que la mitad de esa cifra se abonará en efectivo y la otra mitad liquidaría la deuda
de la compañía adquirida.
Asperezas sindicales
Los cuadernos de venta han
sido analizados hasta el delirio y los embajadores de las dos compañías se han
empleado a fondo para limar asperezas con los gobiernos y sindicatos afectados.
Eso ha ocurrido en Francia, Alemania y Reino Unido, pero no en España, país que
se ha limitado a no interferir en el proceso y aceptar las directrices emanadas
desde la matriz. Carlos Tavares, presidente del grupo PSA, se ha visto las
caras con el ministro francés de Economía, Michael Sapin, para tranquilizarle
sobre el impacto que la compra podría derivar en el empleo. De este mismo
asunto conversó con representantes de los gobiernos y grandes sindicatos
germanos y británicos. Como ya informó este periódico en su edición del pasado
27 de febrero, España se ha mantenido al margen de todas las negociaciones, con
el alma en vilo sobre el mantenimiento de los compromisos de producción en
Figueruelas, Zaragoza, donde se produce el 40% de los coches de Opel en Europa.
Tiempo de consolidación
Al margen de lo anterior, los
efectos colaterales sobre la industria serán inmediatos. La consolidación en
suelo europeo ha cruzado la fina línea que separa el proyecto de la realidad.
Nunca una gran compra ha venido sola. De esa forma, los observadores del
mercado comienzan a buscar nuevas parejas de baile en una industria siempre
acuciada por su tamaño y los exigentes requisitos de inversión. Además, el
movimiento se produce en un entorno de cambios históricos, en tránsito entre la
automoción tradicional y la autónoma. Entre ambos universos, proliferan nuevas
formas de movilidad colaborativa, junto con la pujanza de los automóviles
denominados alternativos: eléctricos e híbridos.
Plan de pensiones
El cierre de la compra guarda
relación directa con el acuerdo sobre las cargas de las pensiones de los
empleados en la división europea de General Motors, cifradas en alrededor de
10.000 millones de dólares (cerca de 9.500 millones de euros), según apuntaron
diversas fuentes a la agencia Reuters. Si no hubiera sido por ese detalle, la
compra se hubiera producido a mediados de febrero, cuando trascendió la
operación. A lo largo de la jornada, los portavoces de ambas compañías
declinaron hacer comentarios, algo habitual en este tipo de operaciones, según
Reuters.
¿Venta de cinco millones de
automóviles anuales?
Carlos Tavares dijo la semana
pasada que la adquisición de Opel brindaba una "oportunidad de crear un
campeón en la industria automotriz europea" , para superar rápidamente
ventas anuales de más de cinco millones de vehículos. Se trata de dos viejos
conocidos. Opel y PSA comparten una alianza tecnológica y de producción y sus
productos podrían resultar aceptablemente compatibles en el mercado. Pese a
ello, las duplicaciones se presumen inevitables en decenas de áreas de negocio
de las dos compañías ahora llamadas a integrarse.
Fuente: eleconomista.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.