50 años de evolución
50 años separan el SEAT 850 del nuevo Ibiza. Cinco décadas
entre el coche que llegó para mejorar el SEAT 600 y el gran icono de la firma
automovilística, que acumula ya casi 5 millones y medio de ventas tras más de
32 años ininterrumpidos en el mercado. Durante todo este tiempo los coches han
evolucionado en muchos aspectos:
Maletero: cuando solo cabían dos maletas pequeñas
El SEAT Ibiza tiene una capacidad de hasta 430 litros. El
maletero del 850, en cambio, es de 175 litros, por lo que apenas hay espacio
para dos maletas pequeñas. Además, está ubicado en la parte delantera del
vehículo. Actualmente, los maleteros se sitúan en la parte trasera, lo que es
mucho más adecuado “no sólo en términos de confort, también de seguridad”,
asegura Isidre López, responsable de la colección de Coches Históricos de SEAT.
Carrocería: de tocar la ventanilla del copiloto con el
brazo estirado, a ni acercarse
Es una característica común de los coches actuales: la
carrocería es muy resistente para proteger a los ocupantes. “Se deforma para
que la energía de un impacto llegue lo menos posible al habitáculo”. El espacio
interior también es importante. “En el 850, desde el asiento del conductor
tocas la ventanilla del copiloto con el brazo estirado”. El Ibiza, en cambio,
es 18 centímetros más ancho, lo que confiere mayor sensación de seguridad.
Consumo: reducido a la mitad
En el SEAT Ibiza el diseño del coche permite un menor
consumo porque el vehículo ofrece una menor resistencia al aire, algo que no
ocurre con el 850. La media de consumo del modelo 1.4 TDI 90 CV del Ibiza es de
3,6 litros cada 100 km. La del 850, en cambio, es el doble: 7 litros.
Asientos: del taburete al sofá
En el 850 eran “unas telas con una pequeña estructura y sin
reposacabezas”, casi “como taburetes, que apenas alcanzaban a cubrir el 40% del
cuerpo”. Ahora, en cambio “son como un sofá, cubren un 80%”. “Tenemos una
estructura que cuida las lumbares y las cervicales”, además de incorporar
reposacabezas, elementos que permiten evitar latigazos cervicales en caso de
impacto posterior.
Dirección asistida: cuando girar el volante era cuestión de
fuerza
“Es uno de los grandes inventos de las últimas décadas”. En
el 850, la caja de dirección es mucho más lenta, es decir, hay que dar más
vueltas para girar el volante, lo que obliga a “hacer más fuerza, más brazos”.
En el SEAT Ibiza, en cambio, el volante es “muy sencillo de manejar”. Y es que este
coche, explica, “está pensado para hacer muy fácil la conducción”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.