Ligero, sencillo y personalizable.
Así es este navegador diseñado para moverse a dos ruedas por la ciudad. TomTom
VIO se enlaza con el móvil, es resistente a la intemperie y cuesta 169 euros.
Quien suela conducir en moto por la
ciudad sabrá lo fácil que es perderse a veces por las calles.
Lo más normal
cuando el destino se encuentra en una zona desconocida es estudiarse el
trayecto a conciencia antes de salir de casa para evitar malos ratos; en
ocasiones, también toca parar a mirar los mapas de navegación del móvil en
mitad de la ruta para ubicarse y poder continuar. Pues bien, todo esto parece
tener los días contados gracias al sistema de navegación GPS TomTom VIO.
Este dispositivo no es un navegador
cualquiera para motocicletas. Es diferente, menos aparatoso y está claramente
enfocado a su uso en la ciudad. La marca dice que está pensado para scooters
-así lo proclama en su web-, pero en realidad es válido para muchos tipos de
motos, pues el único soporte que necesita es el propio retrovisor.
¿Cómo es y cómo funciona?
TomTom VIO es pequeño, redondo y se
acopla a la barra que porta el espejo retrovisor. Queda, por lo tanto, a la
altura de los ojos, lo que ayuda a no distraerse durante la conducción.
Para utilizarlo basta con
descargarse en el móvil una aplicación de mapas de TomTom (para Android y
Apple) y desde aquí se transmite la información al dispositivo, que se encarga
de proyectar los mapas. Pura simplicidad.
También cuenta con un sistema de
conectividad Bluetooth que, mediante un auricular en el casco, permite al
conductor escuchar las indicaciones de la navegación. No sólo eso, sino que al
estar enlazado con el teléfono, refleja en la pantalla la información de las
llamadas entrantes y permite atenderlas. ¿Más funciones? Además de lo anterior,
el TomTom VIO alerta sobre radares, avisa de los excesos de velocidad (la
pantalla se vuelve de color rojo cuando se pasa el límite) y calcula rutas
alternativas si hay posibilidad de atasco.
Este navegador para scooters y
motocicletas es resistente al agua, personalizable por fuera y por dentro,
tiene una batería que se carga mediante USB y dura cinco horas en uso, y su
precio es de 169 euros. No es que haya inventado la pólvora TomTom con este
navegador para motos -un concepto que ya existe-, pero sí parece un acierto el
hecho de reducirlo a la mínima expresión y convertirlo en un apéndice del
móvil, con las ventajas que ello conlleva.
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