jueves, 4 de agosto de 2016

EL FINAL DEL PIVE 8 Y EL EMPEORAMIENTO DE LOS ÍNDICES ECONÓMICOS DESPIERTAN TEMORES EN LAS REDES DE CONCESIONARIOS

Ancove se teme un descenso en la venta de vehículos nuevos para lo que queda de año

 Los datos de crecimiento de las matriculaciones de particulares, un 5,4% en julio, podrían estar inflados por el final del PIVE 8.

La Asociación de Comerciantes de Vehículos pide valentía al Gobierno en funciones ante la incuestionable la necesidad de un plan de ayudas que evite un derrumbe del mercado en el canal de particulares.


Igualmente, Ancove solicita a las marcas que reconsideren los planes de inversión que algunas están exigiendo a sus concesionarios y que aumenten los rappel para ayudar a los concesionarios ante un año difícil.

La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos, Ancove, muestra su preocupación ante la evolución de las ventas de vehículos nuevos para lo que queda de año. La desaparición del plan PIVE y los datos macroeconómicos, que muestran una cierta ralentización de la economía española, podrían frenar las compras por parte de los particulares, canal que sustenta la rentabilidad de los concesionarios.

El crecimiento del 4,3% de las matriculaciones registrado en julio podría estar distorsionado por el final de las ayudas del plan PIVE 8, agotado el 31 de julio, que supone una rebaja de 1.500 euros (750 euros aportados por el Gobierno y los otros 750 por concesionarios y fabricantes de forma conjunta). No obstante, el mes de julio contó con 2 días hábiles menos.

El agotamiento de las ayudas ha podido influir en el aumento de las ventas a particulares en el pasado julio, que crecen un 5,4%, algo más de un punto por encima de la media del mercado, 4,3%. No obstante, en lo que va de año, la compra por parte de los particulares está por debajo de la media del mercado, impulsado por las matriculaciones de empresas y rent a car. Entre enero y julio, el mercado global creció un 11%, mientras que los particulares lo hacen al 8,5%.

El final del PIVE 8 llega en un mal momento, tanto por la coyuntura política como por la económica. La formación de un nuevo Gobierno y su posterior estabilidad generan incertidumbre que retraen el consumo de un bien de tanto peso financiero como el automóvil. Además, hacen pensar que será improbable que se pueda aprobar un nuevo plan de ayudas a la compra, con carácter de urgencia. En el caso de anteriores planes en los que no se ha producido continuidad, se ha sufrido un descenso considerable de las ventas. Descenso que se justifica, en parte, en que muchas personas han adelantado las compras en busca de la ayudas, pero también por el retraimiento a la espera de nuevos planes.

El Gobierno, hoy en funciones, insistió en que el PIVE 8 suponía el último de los planes de achatarramiento. En parte, justificaba el fin de las ayudas en que el mercado estaba dando síntomas de crecimiento natural, impulsado por la mejora de las perspectivas económicas.

Sin embargo, desde Ancove se hace notar que las condiciones son diferentes respecto a finales del pasado año cuando se aprobó la renovación del PIVE 8. Aunque la economía sigue creciendo, los indicadores están mostrando un agotamiento en la fortaleza de la recuperación. Así, el empleo ha aumentado en el segundo trimestre un 2,4%, según la EPA, por debajo del ritmo del 3,3% del primer trimestre. Además, a pesar de que la tasa de paro se ha colocado en el 20%, durante estos 3 meses se crearon 270.000 empleos, lejos de los 400.000 del mismo periodo de los ejercicios 2015 y 2016.

También los datos de Contabilidad Nacional del segundo trimestre muestran un ligero empeoramiento. En los anteriores trimestres, la economía española crecía un 0,8% en términos trimestrales, lo que supone un 3,2% en términos anualizados. Sin embargo, de abril a mayo, se ha frenado a un 0,7%, lo que supone en términos anualizados un 2,8% de crecimiento del PIB. Una desaceleración, que desde Ancove se confía suponga un mero bache producto de la incertidumbre política.

A todo ello se suma las presiones desde Bruselas, descontenta por los resultados de déficit español del pasado año. Ya en abril, el Gobierno anunció un recorte de 2.000 millones de euros en el gasto de las Administraciones Públicas, lo que repercutirá en el negocio de miles de pymes y autónomos proveedores de entes públicos. Además, la licitación de obra pública ha caído este año un 30%, lo que se traduce en menos empleo y menos riqueza para los españoles.

“La situación económica y política es peor hoy que hace 10 meses. Por tanto, en Ancove tememos que el final del PIVE tendrá un efecto sobre las ventas de vehículos nuevos mayor del que se podría pronosticar a finales del pasado año. En este sentido, desde Ancove consideramos imprescindible que el Gobierno, aunque esté en funciones, no haga dejación de sus obligaciones y adopte medidas urgentes para sustentar un mercado que todavía está tambaleante”, declara Elías Iglesias, presidente de Ancove.


En opinión de Iglesias, las marcas también deben mostrar una cierta indulgencia hacia sus redes oficiales y apoyar a los concesionarios. “No sólo debe actual el Gobierno, también los fabricantes de vehículos. La situación ya no es tan boyante como parecía a principio de año y las rentabilidades de los concesionarios podrían descender e, incluso, en algunos casos volver a los números rojos. Por este motivo, desde Ancove creemos que deberían suavizar las inversiones que en algunos casos están imponiendo a sus puntos oficiales de venta, pero también deberían ser más generosos a la hora de pagar rappel por objetivos. De no ser así, podríamos volver a la situación dolorosa de hace tres años”, declara el presidente de Ancove.

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