Han
pasado ya dos años desde que se construyera el primer coche con una impresora
3D en 46 horas. A partir de ahí, han sido muchos los diseños y producciones
destinados a otras finalidades como los coches eléctricos de Singapur con un
estilo aerodinámico. Este vehículo en cuestión, funciona mediante un sistema
híbrido electrico de propulsión con un generador de gas natural comprimido.
Coche
construido con una impresora 3D
Los
materiales utilizados para crear esta energética combinación son principalmente
plástico junto con fibra de carbono, lo que abarata los costes
considerablemente y permite una mayor ligereza en el diseño. Aún así, la
batería del coche tiene una autonomía limitada a 50 kilómetros por carga, aún
lejos de equipararse a los últimos avances en baterías eléctricas.
Cada vez
son más los aparatos que se realizan con impresoras 3D, desde sillas y muebles
para casa, hasta vehículos. Poco a poco el juego de los legos con los que
muchos crecieron imaginando nuevos aparatos y diseños, ha pasado al mundo
adulto permitiendo crear elementos nuevos con una simple impresora. Pese a todo
lo logrado, aún queda mucho en lo que avanzar en términos de comodidad y
resistencia de los materiales por lo que, de momento, disfrutaremos de las
vistas.
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