martes, 26 de julio de 2016

GENERAL MOTORS Y LA NASA CREAN UN GUANTE ROBÓTICO QUE MULTIPLICA LA FUERZA DE AGARRE

•       GM y la empresa sueca Bioservo Technologies han desarrollado la tecnología que podría ser aplicada a la producción en términos industriales.
•       GM quiere ser la primera compañía de la industria norteamericana en utilizar este sofisticado guante.
•       Supone un avance para aumentar la eficiencia y reducir la fatiga de los músculos de la mano.


 General Motors y la NASA han creado el guante robótico RoboGlove que multiplica la fuerza de agarre y reduce la fatiga de los músculos de la mano. El RoboGlove utiliza sensores de última generación, actuadores y tendones que son comparables a los nervios, músculos y tendones de una mano humana.

La tecnología del guante robótico, desarrollada a partir de una alianza entre General Motors y la NASA para su uso en la Estación Espacial Internacional, será utilizada en el cuidado de la salud, la industria y otras aplicaciones gracias a un acuerdo de licencia entre GM y la empresa sueca de tecnología médica, Bioservo Technologies AB.

Trabajando con General Motors, Bioservo combinará la tecnología de su SEM GloveTM (Músculo Extrablando) con el RoboGlove, un guante multiplicador de fuerza desarrollado tras nueve años de colaboración entre General Motors y la NASA, que incluyó el lanzamiento al espacio del robot humanoide Robonaut 2 (R2) en 2011.

Para el desarrollo de R2 uno de los requisitos fue que tuviera la capacidad de utilizar herramientas creadas para los seres humanos y sus desarrolladores han logrado una destreza manual sin precedentes. Esta misma tecnología se ha aplicado al guante RoboGlove, que es un nuevo dispositivo de asistencia al agarre para su uso industrial que podría aumentar la eficiencia y reducir la fatiga de los músculos de la mano. La investigación muestra que a los pocos minutos agarrar de forma continuada una herramienta se produce fatiga.

"Combinando en un nuevo guante industrial lo mejor de tres mundos - la tecnología espacial de la NASA, la ingeniería de GM y la tecnología médica de Bioservo - este desarrollo podría aplicarse en la industria a gran escala", afirma Tomas Ward, director general de Bioservo Technologies.

Ward describe la combinación de esta innovación como un paso importante hacia la introducción de la tecnología de exoesqueleto blando a nivel mundial.

El objetivo de GM es ser el primer usuario de la industria norteamericana en utilizar este sofisticado guante robótico y va a ponerlo a prueba en algunas de sus plantas. Bioservo fabricará y comercializará el nuevo guante para una variedad de usos, incluyendo la rehabilitación médica o cualquier otra aplicación en la que se necesite fuerza de agarre adicional.

"El sucesor de RoboGlove puede reducir la cantidad de fuerza que un trabajador necesita ejercer cuando utilice una herramienta por un tiempo prolongado, o con movimientos repetitivos," asegura Kurt Wiese, vicepresidente de Ingeniería de Fabricación Global de GM.


En estos momentos, GM está realizando pruebas el RoboGlove en una planta de preproducción antes de buscar un socio para que le ayude a refinarlos para poder utilizarlo en manos de diferentes tamaños y mejorarlo en los aspectos necesarios para su aplicación.

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