Desde hace cinco años, cada 19 de enero se celebra el
Día Mundial de la Nieve, una jornada destinada a promover los deportes de
invierno. Esquí, snowboard, etc., son múltiples las alternativas deportivas y
de ocio que ofrece la nieve, pero para disfrutar de ellas hay que desplazarse
en coche hasta lugares donde la conducción no es nada fácil.
Y es que tras un bucólico manto blanco se esconde un
verdadero peligro para los conductores y el resto de usuarios de la vía. Es por
ello que la plataforma internacional AutoScout24 aconseja una serie de técnicas
para evitar la pérdida de control del vehículo, y es que para ser un buen
esquiador, antes hay que ser buen conductor.
Las marchas, mejor largas
En condiciones de nieve, circular en marchas largas es
fundamental, incluso en la arrancada. De este modo, se evita que las ruedas
motrices patinen más de la cuenta por el exceso de fuerza. En marcha, conviene
conducir en un régimen de revoluciones bajo pero sin forzar el motor.
Conducir relajado pero sin relajarse
Las prisas son malas consejeras cuando nieva y pueden
llevar a cometer más errores al volante. Es por ello que conviene conducir
relajado, sin dar volantazos ni adelantando sin necesidad. De hecho, es
aconsejable seguir la estela de la rodadura del coche precedente en busca de
mayor tracción. Otra recomendación es no dar frenazos bruscos, sino pisar el
pedal con suavidad y de forma progresiva. Y, en caso de perder el control del
vehículo, lo mejor es tratar de recuperarlo con el volante sin interacción del
freno o del acelerador.
Siempre conectadas
Es fundamental ser visto por los demás conductores y,
en plena nevada, no es fácil destacar en carretera por lo que siempre hay que
llevar conectadas las luces de cruce. Incluso, si el temporal arrecia y las
condiciones de visibilidad disminuyen aún más, conviene echar mano de las luces
antiniebla. La visibilidad del propio conductor también es de gran importancia
y para ello tener las escobillas del limpiaparabrisas en perfecto estado son de
gran ayuda, tal como recuerda la plataforma internacional. Lo mismo sucede con
la climatización, y evitar que el coche se empañe. El consejo aquí es accionar
el aire acondicionado y al mismo tiempo elegir una temperatura elevada, en
torno a 22º.
El depósito de gasolina y el móvil, a tope
Si se viaja por un lugar donde la nieve es
protagonista, más vale estar prevenido y hacer bueno el dicho de “esperar lo
mejor, prepararse para lo peor”. Por tanto hay que procurar llevar el depósito
de combustible lleno, porque frente a un atasco es la única manera de poder
accionar la calefacción. Al mismo tiempo, es fundamental llevar la batería del
móvil cargada o, en su defecto, llevar en la guantera un cable de carga para
conectar al USB, siempre y cuando el vehículo esté equipado con él.
Placas de hielo, la situación de más riesgo
Si conducir con nieve es complicado, más lo es cuando
hay placas de hielo en la carretera. La consultora AutoScout24 aconseja en
estos casos no frenar, sobre todo si el vehículo no tiene ABS. Además, si se
acelera muy fuerte se puede producir un sobreviraje (cuando se bloquean las
ruedas traseras) o un subviraje (cuando se deslizan las delanteras). Lo idóneo
siempre en esta situación es mantener una velocidad constante hasta salir de la
placa de hielo.
Los imprescindibles en invierno
Las cadenas no deben faltar en ningún viaje donde la
nieve sea el destino final o parte del trayecto. De hecho, y según las
condiciones, puede ser obligatorio circular con ellas, por lo que no deben
faltar nunca en la lista de preparativos antes de partir. Por otra parte, si la
nieve es asidua en el día a día una buena opción es montar neumáticos de
invierno, siempre y cuando haya menos de 7º de temperatura, pues por encima de
este umbral la cubierta pierde prestaciones.
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