.- El concept car
Audi e-tron quattro mostrado en el Salón de Frankfurt descubre las líneas
maestras en este campo para el futuro.
.- Los avances en las
tecnologías de carga rápida e inalámbrica son la clave para el éxito del la
electromovilidad.
Audi está desarrollando modernas tecnologías en todas las
áreas clave referidas a las baterías de alto voltaje para sus modelos híbridos
enchufables y eléctricos. Las investigaciones y el desarrollo se centran en la
organización de las células que componen la batería en módulos, las estrategias
de operación durante la conducción, y el uso de la batería después del final de
su vida útil en el coche.
En el centro
tecnológico de baterías de alto voltaje en Gaimersheim, a las afueras de la
planta principal de Ingolstadt, especialistas de Audi trabajan en las baterías
para el futuro de la movilidad eléctrica. Ya sea para un coche híbrido
enchufable o un coche de propulsión eléctrica, la estructura de la batería
sigue un concepto modular uniforme que permite la flexibilidad para responder
rápidamente a las necesidades futuras. La estrategia modular también significa
que las baterías se pueden utilizar en todos los modelos y marcas del Grupo
Volkswagen.
Distintos tipos de
módulos para las baterías
El factor decisivo
para Audi es el denominado módulo de la batería, una carcasa de aluminio
resistente con forma de cubo, ligeramente más pequeño que una caja de zapatos.
El módulo pesa alrededor de 13 kilogramos y cuenta con un sistema a través del
cual circula el fluido de refrigeración. Tiene capacidad para tres tipos de
células: células cilíndricas como las utilizadas en la segunda generación del
el Audi R8 e-tron; células prismáticas, cada una de ellas con un tamaño
aproximado similar al de la mitad de un libro de bolsillo, o células largas y
planas en forma de placa.
Las células
prismáticas tienen carcasas independientes, por lo que son más robustas que las
células planas. La carcasa está realizada en polímero recubierto de aluminio,
lo que presenta ventajas en cuanto al peso. Los dos proveedores con los que
trabaja Audi se han especializado en un diseño particular cada uno.
La ventaja en común
que tienen las células prismáticas y las planas es la densidad de
almacenamiento que permiten. Ambas utilizan un 75 por ciento del volumen
disponible, una cifra mucho más alta que las células cilíndricas (50 por
ciento), que también requieren conexiones más complejas. Estas últimas resultan
únicamente adecuadas para los vehículos eléctricos; permiten almacenar mayor
cantidad de energía comparada con otros diseños, pero su potencia de salida es
menor.
Las células planas y
las células prismáticas son más versátiles. Con cambios menores en sus
dimensiones exteriores, pueden ser configuradas específicamente para una máxima
potencia de salida, para una máxima densidad de energía o para una combinación
de ambos parámetros, por lo que resultan ideales para un vehículo híbrido
enchufable. El criterio clave es el espesor del recubrimiento de los
electrodos. Cuanto más fino es este recubrimiento mayor es el contacto entre el
electrolito y el material activo. Como resultado, la alta transferencia de
carga asegura el rendimiento en cuanto a potencia. Por el contrario, altos
espesores de recubrimiento para los electrodos producen una alta densidad de
energía.
A nivel mundial, el
desarrollo de la tecnología de baterías de iones de litio está avanzando muy
rápidamente. En los últimos tres años Audi ha logrado aumentar la capacidad
actual de las células prismáticas en un 50 por ciento, de 25 amperios hora (Ah)
por célula a 37 Ah. La densidad de energía se ha incrementado en un grado
similar. Las células planas ahora alcanzan hasta 550 vatios hora por litro de
volumen, y Audi espera que alcancen unos 750 Wh/l en 2025. Un efecto secundario
importante es que los costes de las baterías se han reducido a alrededor de la
mitad en los últimos cinco años, lo que está permitiendo que la movilidad
eléctrica esté al alcance de más clientes.
Nuevos desarrollos en
el centro tecnológico
El trabajo en el
centro tecnológico de baterías de Audi está centrado en impulsar nuevos
desarrollos con una atención meticulosa en el detalle. Junto con Volkswagen
Group Research, la marca de los cuatro aros también se está involucrando en
proyectos a largo plazo que investigan la innovadora química celular, centrando
la atención en el desarrollo de sistemas completos: embalaje, refrigeración,
validación y, en asociación con los departamentos de desarrollo de chasis, la
integración en el automóvil. Sobre todo se está trabajando en la rigidez del
sistema de baterías y su comportamiento en una situación de choque. Audi está
probando cargas de hasta 150 veces la fuerza de la gravedad.
Se abren así
interesantes avances específicos para los futuros vehículos eléctricos. Audi
mostró un anticipo en el Salón de Frankfurt 2015. En el concept car Audi e-tron
quattro, la batería de 95 kWh toma forma de un bloque grande y plano, y está
ubicada bajo el piso del habitáculo, en una posición ideal para mejorar el centro
de gravedad. Ya no es un túnel central en el chasis. Este modelo señala el
camino a seguir, como un precursor del futuro
SUV deportivo de propulsión eléctrica de Audi.
Nueva vida para las
baterías
Audi diseña sus
baterías para dar servicio durante más de 150.000 kilómetros y un mínimo de
ocho años de funcionamiento. Aún así, estas baterías todavía poseen una gran
parte de su capacidad nominal demasiado alta para ser recicladas al final de la
vida útil del vehículo. Bajo el lema “From Road to Grid”, la compañía está
actualmente trabajando en un nuevo concepto de almacenamiento para convertir
las baterías utilizadas en reservas de energía estacionarias.
Una primera
instalación en fase de pruebas situada cerca de Ingolstadt ha empezado ya a
suministrar energía a la red eléctrica. Un contenedor de cuatro baterías de
varios tamaños trabaja en conjunto con un sistema fotovoltaico que es capaz de
suministrar hasta 20 kW de potencia en los días soleados. Un segundo contenedor
aloja las conexiones y la tecnología de control: su unidad electrónica de
potencia convierte la corriente continua de las baterías a corriente alterna
con un voltaje estándar de 400 V. Cuando la capacidad de almacenamiento de
energía de las baterías disminuye por debajo del 10 por ciento, se envían a
reciclar.
Las innovadoras
plataformas de almacenamiento de Audi pueden ser adaptadas como fuente de energía para las
estaciones de carga rápida con una potencia de más de 250 kW. Alternativamente,
pueden servir como sistemas de almacenamiento para electricidad procedente de
fuentes renovables, como la eólica y la energía solar, ya sea como parte de la
red o como instalaciones para viviendas. Audi ya contempla sistemas más
grandes, con una capacidad de alrededor de 500 kWh.
Los sistemas de
recarga
Los avances en
tecnología de carga son cruciales para el éxito de la electromovilidad. Ya sea
con corriente continua o alterna, las nuevas soluciones de recarga de Audi para
los vehículos híbridos enchufables y eléctricos serán muy beneficiosas para los
clientes. También habrá opciones inalámbricas, cuyo lanzamiento al mercado está
programado para principios de 2017.
El paso más inmediato
es la recarga de corriente continua con 150 kW de potencia. Con esta
tecnología, un SUV deportivo como el concept car Audi e-tron quattro sería
capaz de cargar su gran batería de 95 kWh de capacidad hasta un 80 por ciento
en menos de media hora, suficiente para una autonomía de unos 400 kilómetros.
Una carga completa, que permite más de 500 kilómetros, tardaría alrededor de 50
minutos.
Audi y otros
fabricantes alemanes utilizan el Sistema de Carga Combinada (CCS). Permite a
los coches eléctricos ser cargados con corriente continua (DC) y corriente
alterna (AC) utilizando el conector estándar Combo 2. La solución oficial de
carga de la Unión Europea, que se basa en el estándar CCS, ya ha sido
ratificada. Para promover aún más estas normas en todo el mundo, Audi participa
en la iniciativa CharIN puesta en marcha en mayo de 2015, junto con BMW,
Daimler, Opel, Porsche y Volkswagen, los fabricantes de conectores Mennekes y
PhoenixContact, y la autoridad de inspección TÜV SÜD. En China y Japón, donde
ya existen otras normas (GB/T y CHAdeMO, respectivamente), se adoptarán los
requisitos específicos de cada país. La instalación de estaciones de carga CCS
ya ha comenzado en Europa y Estados Unidos. La mayoría de las estaciones
disponibles actualmente en el mercado soporta cargas de corriente continua de
50 kW.
Con una adecuada
infraestructura de estaciones de carga rápida de alto rendimiento, los coches
eléctricos podrían ser adecuados para su uso universal. Los esfuerzos actuales
están orientados a asegurar el establecimiento y funcionamiento de una
infraestructura de carga rápida con un mínimo de 150 kW para el lanzamiento al
mercado del primer SUV deportivo totalmente eléctrico de Audi. El concept car
Audi e-tron quattro presentado en el Salón de Frankfurt está equipado con in interface
de carga CCS. Los nuevos estándares permiten cargas con hasta 350 kW de
potencia.
Audi considera que es
muy importante ofrecer a los clientes de sus modelos totalmente eléctricos un
sistema de carga eficaz. Esto también requiere una refrigeración del conector
de carga mientras está conectado a la estación de carga. Esta es la única
manera de transferir continuamente la potencia sin sobrecargar térmicamente los
conectores. En una utilización real, la carga rápida representa un valor
añadido significativo para los clientes, sobre todo para los viajes largos.
Audi wireless
charging: carga inalámbrica con corriente alterna
La carga rápida con
corriente continua es prácticamente imposible en la infraestructura privada
debido a que la energía de la red es limitada. El sistema de recarga
inalámbrica Audi wireless charging (AWC) es una tecnología de carga por
inducción mediante corriente alterna que Audi está desarrollando como una
alternativa, y que la compañía espera tener lista para su lanzamiento en 2017.
Con el sistema AWC,
la energía se transfiere a través de una placa situada en el suelo y conectada
a la red eléctrica. La placa tiene una bobina primaria integrada y un inversor
(convertidor AC/AC). Conectado a un transformador de 16 amperios con salida
monofásica, el sistema de primera generación ofrece una potencia de carga de
3,6 kW, con potencias de hasta 11 kW posibles en la siguiente versión.
Cuando el cliente se
acerca a unos pocos metros de la placa de carga con su Audi e-tron el sistema
AWC establece contacto con el vehículo vía radio. El conductor ve entonces la
posición precisa del sistema AWC en la pantalla. La carga puede comenzar
inmediatamente nada más colocarse el vehículo encima de la placa, o bien de
acuerdo con un temporizador. Con los sistemas de aparcamiento pilotado que Audi
está desarrollando para su uso en producción, el coche puede posicionarse de
forma autónoma sobre el sistema de carga inalámbrica. El conductor puede salir
del coche y luego iniciar el procedimiento de aparcamiento de forma remota a
través de su teléfono inteligente.
Antes de la carga, un
motor eléctrico integrado en la placa del suelo eleva la bobina primaria. Esto
minimiza la distancia entre ésta y la bobina secundaria, que está integrada en
la sección frontal de la base del Audi e-tron, independientemente del tipo de
vehículo. El campo electromagnético en la placa induce una corriente alterna en
la bobina secundaria del coche. Un convertidor de AC/DC invierte la corriente,
que pasa a continuación al sistema eléctrico de alta tensión, donde se utiliza
para cargar la batería y ofrece usos adicionales, como la calefacción o el aire
acondicionado cuando sea necesario. El conductor puede interrumpir el proceso
de carga en cualquier momento, y la carga se detiene automáticamente cuando la
batería está llena.
Debido a que el campo
solamente se genera cuando el vehículo está sobre la placa y la bobina está
activa, no hay riesgo para las personas o animales. El pequeño espacio que
existe entre ambas bobinas mientras se realiza la recarga hace que el campo
magnético no interfiera con los dispositivos electrónicos.
La primera generación
de la tecnología AWC es ideal para su uso en el hogar o en zonas de
estacionamiento en edificios de oficinas. Una versión posterior se podrá
integrar en la infraestructura pública, como el asfalto de las carreteras y
aparcamientos.
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