Porsche AG continúa desarrollando su programa de
sostenibilidad. Por ejemplo, cuatro sistemas de energía renovable garantizan
que el nuevo de edificio de formación de Zuffenhausen alcance un balance
ecológico positivo y necesite un 30% menos de energía de lo exigido por la
normativa de eficiencia energética del Gobierno Federal Alemán (Ordenanza de
Ahorro de Energía, EnEV). Al mismo tiempo, en la fábrica de Porsche en Leipzig
el consumo de agua potable para regar el circuito se ha reducido
significativamente con la utilización de una cisterna de agua de lluvia y de un
sistema de reciclaje. Y en el nuevo Centro Porsche Adlershof en Berlín, en un
futuro, un pilón fotovoltaico de 25 metros de altura generará hasta 14,000
kilovatios/hora al año. A lo largo de toda la cadena de valor añadido, Porsche
se encarga de asegurar el uso sostenible de los recursos y aplica los más altos
estándares en gestión energética y medioambiental. Esto se confirma con el
respaldo recibido por parte de los expertos asesores del TÜV Süd, que de nuevo
han certificado las instalaciones de Zuffenhausen, Sachsenheim y Weissach de
acuerdo con las normas ISO 14001, ISO 50001, lo mismo que con la auditora
ecológica EMAS de la Unión Europea.
Ya en 1996, la planta de producción de Zuffenhausen
obtuvo el certificado correspondiente del organismo Eco Management and Audit
Scheme (Reglamento Comunitario de Gestión y Auditoría Ambiental, EMAS), perteneciente
a la UE. En este sentido, Porsche fue pionera en la industria del automóvil. La
investigación constante para la mejora de los procesos respecto a su
compatibilidad medioambiental es un reto para todas las divisiones de la
empresa y constituye una parte integral de la estrategia corporativa. Para ello
Porsche muestra la máxima transparencia, pues todo queda documentado en el
informe de sostenibilidad que se actualiza anualmente. “Porsche siempre se ha
caracterizado por constante desarrollo de soluciones técnicas. Sin embargo,
nuestra compañía también destaca por actuar de forma responsable en asuntos de
medio ambiente, en un fuerte compromiso social y en ofrecer trabajos
atractivos”, manifestaba Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de
Porsche AG.
Con la Planta 4 de Zuffenhausen, un espacio de 28
hectáreas donde se están construyendo la nueva nave de motores y atractivas
oficinas junto a otros edificios, Porsche está de nuevo a la vanguardia. Es la
primera zona industrial del mundo que recibe el precertificado oro del German
Sustainable Building Council (Consejo de Construcción Sostenible Alemán, DGNB).
Las puntuaciones se basaban en 40 criterios de sostenibilidad. Para su plan
maestro de cara al futuro desarrollo de la planta, Porsche no sólo obtuvo la
nota máxima en los apartados de ecología, economía, tecnología y calidad de
procesos, sino también en un aspecto fundamental: el diseño del lugar de
trabajo. La rehabilitación de esta zona debería estar terminada en 2018.
La manera de pensar y una conducta sostenibles
determinan también la estrategia de producto. Porsche ha demostrado en el
desarrollo de sus automóviles deportivos que la eficiencia y el placer de
conducir no son incompatibles. Con cada nueva generación de modelos se han
reducido las emisiones y los consumos en un 15%, manteniendo las excelentes
prestaciones y mejorando el comportamiento dinámico. Con el Panamera S
E-Hybrid*, el superdeportivo 918 Spyder* y el Cayenne S E-Hybrid*, Porsche ha
sido el primer fabricante del segmento premium en tener tres vehículos híbridos
enchufables y, con ellos, lidera el desarrollo en este tipo de automóviles.
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