En más de una ocasión el taller se ha encontrado en la
tesitura de que el dueño quiere llevarse el coche sin abonar previamente la
factura, ya sea porque no está de acuerdo con el precio o porque al final
prefiere no repararlo, negándose también a pagar el coste de la diagnosis. Ante
esta situación, ¿se puede retener el vehículo o el cliente tiene derecho a
llevárselo por ser de su propiedad?
A esta pregunta y otras dudas frecuentes relacionadas
con la actividad de la posventa da respuesta La Asociación Nacional de
Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) a través de su
Boletín Jurídico Mensual.
En este caso, y con el Código Civil en la mano, la
patronal aclara que el taller está en su derecho de retener el vehículo hasta
que el dueño abone la factura. Es más, si no le paga puede incluso subastar el
coche para recuperar el importe pendiente.
De esta forma, si el conductor se pusiera “a malas” y
decidiera llevarse el coche por la fuerza estaría incurriendo en un delito
reflejado en el Código Penal, ya que, a todos los efectos, el taller es el
poseedor legítimo del vehículo hasta que se pague la factura.
En caso de desacuerdo entre el taller y el conductor,
el protocolo establece que el cliente debe abonar primero la factura y después
poner la reclamación correspondiente. De lo contrario, salvo que presente una
orden del juzgado, no podrá llevarse el coche.
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