La planta de Audi e-gas en
la ciudad de Werlte, en la Baja Sajonia, produce combustible neutro en
emisiones de CO2, a la vez que también contribuye a estabilizar la red pública
energética. Después de haber completado con éxito una secuencia de pruebas, la
planta cuenta ahora con la certificación necesaria para poder participar en lo
que se conoce como el mercado de ajustes del sistema eléctrico.
En el mix alemán de energía eléctrica, la cuota de las
energías renovables está creciendo rápidamente; esta cuota ya alcanza alrededor
de un 33 por ciento en la primera mitad de 2015. Sin embargo, la expansión
regional de las plantas eólicas y fotovoltaicas de generación de energía
conduce a fluctuaciones de carga cada vez mayores; es por ello importante
disponer de consumidores lo suficientemente flexibles, como es el caso de la
planta de Audi e-gas, para amortiguar los posibles picos de carga y, de este
modo, estabilizar las redes de energía.
La planta de Audi e-gas en Werlte (Emsland) también está
capacitada para responder ante ligeros cambios de carga en la red eléctrica, e
incluso contribuir a equilibrarlos. Gracias a ello la planta ha sido admitida
por el operador energético Tennet TSO GmbH. Entre los requisitos, la planta
tenía que ser capaz de extraer 6 megavatios de energía de la red en apenas
cinco minutos, tal y como prescriben los protocolos de carga establecidos.
Superando estos test, la planta de Audi e-gas ha sido certificada para poder
participar en lo que se conoce como el mercado de ajustes del sistema
eléctrico, que está organizado por los operadores de energía. Esto significa
que la planta puede ahora fijarse mayores objetivos anuales de tiempos de funcionamiento,
lo cual beneficia tanto a las redes de energía como a la cantidad de Audi e-gas
que esta produce.
La planta de Audi e-gas en Werlte, que produce metano
sintético –Audi e-gas– a partir de agua y CO2, utilizando para ello
electricidad generada eólicamente, se puso en marcha en 2013. Los clientes de
Audi pueden repostar Audi e-gas con una tarjeta especial en las estaciones de
servicio de CNG, y Audi alimenta con cantidades equivalentes de Audi e-gas la
red alemana de gas natural. El Audi A3 Sportback g-tron con 110 CV (81 kW) de
potencia ya está actualmente disponible en los concesionarios, y el Audi A4
Avant g-tron de 170 CV (125 kW) se añadirá a la gama el próximo año.
Ambos modelos se pueden conducir de forma respetuosa con
el medioambiente utilizando Audi e-gas. Esto significa que las emisiones
finales de CO2 son neutras, pues la cantidad que se emite durante el
funcionamiento del vehículo es equivalente a la que se utiliza como materia
prima durante el proceso químico para producir el combustible –un producto de
deshecho procedente de una planta de biogás adyacente a la planta de Audi
e-gas–, ahorrando así su emisión a la atmósfera.
Adicionalmente a la producción de Audi e-gas en múltiples
plantas, la marca de los cuatro aros está trabajando en un amplio frente de
desarrollos de combustibles alternativos, todos ellos con balance neutro en
emisiones de CO2. A principios de 2015, la planta piloto en Dresden, operada
por Sunfire GmbH —socio de Audi en el proyecto— puso en marcha la producción del
combustible sintético Audi e-diesel. Audi está también involucrada en la
realización de una investigación conjunta para la fabricación de Audi
e-gasolina con la compañía francesa Global Bioenergies, S.A.
En otro proyecto, la marca de los cuatro aros trabaja
conjuntamente con la compañía estadounidense Joule Unlimited Technologies,
Inc., experimentando con microorganismos a partir de los cuales producir los
combustibles sintéticos Audi e-diesel y Audi e-etanol. En el campo del e-gas,
Audi está también trabajando con un socio para desarrollar un nuevo método de
producción en el cual el proceso de metanización se efectúa a través de métodos
biológicos.
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