Desde el 1 de julio de 2012, los neumáticos fabricados en
la Unión Europea han de estar identificados con una etiqueta energética. Con
esta medida, en vigor desde el 1 de noviembre de aquel año, se pretende
informar a los consumidores sobre los niveles de eficiencia energética,
seguridad y rumorosidad de las cubiertas que adquieren. Sin embargo, nueve de
cada diez expertos consultados por Continental opinan que dicha etiqueta no es
tenida en cuenta por los automovilistas llegado el momento de adquirir unos
neumáticos nuevos.
Es una de las conclusiones de un reciente estudio
elaborado por Continental sobre seguridad vial, tendencias de consumo y
posicionamiento de marca a partir de las opiniones de profesionales
–representantes de fabricantes de automóviles, concesionarios, asociaciones,
fundaciones, aseguradoras, etc.– y periodistas del sector de la automoción.
En conjunto, el 91% de los entrevistados asegura que los
consumidores no prestan atención a la etiqueta energética a la hora de comprar
unas cubiertas nuevas. Por lo que respecta al 9% restante, cree que la misma sí
es consultada por los usuarios con el fin de analizar en qué medida los
neumáticos adquiridos pueden contribuir a que su vehículo consuma menos
carburante, garantice una frenada más corta y aporte un mayor confort a los
ocupantes al reducirse el nivel de decibelios procedente de la banda de
rodadura.
Por colectivos, los resultados son muy similares. Así, el
91% de los profesionales y el 92% de los periodistas consultados por
Continental se muestran rotundos al afirmar que los automovilistas ignoran la
etiqueta energética, frente al 9% y 8%, respectivamente, que opinan que la
misma sí es tenida en cuenta.
Cómo leer la etiqueta energética
La etiqueta energética, de sencilla interpretación,
refleja gráficamente tres apartados. El primero de ellos está reservado a la
resistencia a la rodadura del neumático y las calificaciones van desde la letra
A, que representa la máxima aportación de la cubierta a la reducción del gasto
de combustible del vehículo, hasta la G. En cuanto al segundo, se sirve de la
misma escala para medir la adherencia del neumático en superficie mojada, vital
para garantizar una óptima frenada. Por debajo de ambos, tres barras curvadas
representan el nivel de decibelios que provoca la cubierta al rodar. A menos
barras en color negro, más eficiente será el neumático en dicho capítulo.
Jon Ander García, Director General de Continental Tires:
“Sin duda, antes de adquirir unos neumáticos conviene tener en cuenta las
calificaciones de la etiqueta energética, ya que, en función de su valoración,
las cubiertas permitirán que el vehículo consuma menos carburante, frene mejor
en mojado y sea menos molesto a la hora de circular”.
“En Continental, siempre se ha prestado especial atención
a la capacidad de frenada de los neumáticos en superficies deslizantes. Además,
contribuimos a reducir el nivel de decibelios provocado por la banda de
rodadura gracias a tecnologías como ContiSilent. Y en el apartado de la eficiencia
energética, no sólo ofrecemos productos que ayudan a minimizar el gasto de
combustible; también garantizamos la fabricación de cubiertas más eficientes y
respetuosas con el medio ambiente a través de proyectos como “Caucho Natural de
diente de león”, galardonado recientemente con el Premio Científico Joseph von
Fraunhofer”.
Continental desarrolla tecnologías inteligentes para el
transporte de personas y mercancías. Como proveedor internacional de neumáticos
y socio industrial, ofrece sostenibilidad, seguridad, comodidad,
personalización y soluciones asequibles. La compañía, con sus cinco divisiones
de Chasis y Seguridad, Interior, Transmisión, Neumáticos y ContiTech, generó
unas ventas por valor aproximado de 34.500 millones de euros en 2014. En la
actualidad emplea aproximadamente 200.000 personas en 53 países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.