La actual
edición del PIVE, la octava de las realizadas hasta la fecha, agotará
previsiblemente sus fondos tras el verano, explicó el ministro, antes de
destacar el efecto favorable de estos programas de incentivos sobre el mercado
de automoción, no solo por animar las ventas, sino también por elevar la
recaudación de impuestos.
El actual
PIVE 8, aprobado en mayo, cuenta un presupuesto de 225 millones de euros, 50
millones superior al de ediciones anteriores, y prevé la sustitución de 300.000
vehículos, que se sumarán a los 890.000 acogidos a las ediciones anteriores.
La ayuda
directa del plan es de 1.500 euros por vehículo, que se aporta a partes iguales
por el Estado y los puntos de venta, mientras que para familias numerosas y
discapacitados el incentivo es de 3.000 euros. Hasta la fecha, el Gobierno ha
dedicado 1.115 millones a las ocho ediciones del plan.
Las
asociaciones del sector calculan que, en su octava edición, el PIVE ha tenido
unos retornos positivos para la economía, ya sea a través de la recaudación de
impuestos o por su efecto arrastre, de unos 3.400 millones, que se suman a los
10.142 millones de las ediciones anteriores.
El Consejo
de Ministros tiene intención de aprobar los Presupuestos Generales del Estado
(PGE) este viernes, con el objetivo de presentarlos el martes 4 de agosto en el
Congreso. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha comprometido a
tramitar la ley presupuestaria en las Cortes.
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