martes, 31 de marzo de 2015

ME HAN ROBADO EL COCHE, ¿QUÉ HAGO?



Es una de las pesadillas de cualquier conductor: salimos de casa o el trabajo a coger el coche y no está donde lo habíamos dejado. 


Lógicamente, llegan los nervios y la tensión. Primero, vale la pena respirar hondo un par de veces y asegurarnos de que la “desaparición” del vehículo no se debe a un despiste o a la actuación de la grúa.
Si todo indica que se debe a un robo, puede tratarse desgraciadamente de uno de los cerca de 48.000 casos de sustracción de vehículos que se dan anualmente en España (dato de 2013, informes actualizados en el Ministerio del Interior). La buena noticia es que la cifra de robos ha descendido de forma espectacular en los últimos años: en 2007 se robaron el doble de vehículos que en 2013, unos 95.000; la mala, que no nos consuela si los afectados somos nosotros.
La actuación inmediata después de un robo se resume básicamente en dos pasos…
1. Denunciar el robo a la Policía
Cuanto antes realicemos la denuncia, antes se introducirá la orden de búsqueda en el sistema y limitaremos las opciones de huida de los ladrones. Por ello, se recomienda realizar primero una denuncia por teléfono y luego firmarla en comisaría. Deben darse los máximos datos posibles del vehículo (modelo, color, matrícula, número de bastidor), además de detalles que puedan ayudar a identificarlo (golpes, pegatinas, etc.). Si los papeles del vehículo estaban en el interior, también deberá denunciarse.
En caso de que el vehículo lleve un detector antirrobo, puedes ponerte en contacto con la central de alarmas después de haber realizado la denuncia.
2. Comunicarlo a la aseguradora
Primero telefónicamente y luego hacerles llegar una copia de la denuncia. Si pasados 30 días naturales el coche no ha aparecido, se dará oficialmente como “desaparecido” y se pueden empezar los trámites para la indemnización. En función de la póliza contratada, estará cubierta o no la pérdida del vehículo. Generalmente, si está incluida, la indemnización cubre el valor total del vehículo durante los dos primeros años y el valor venal con una antigüedad mayor.
Una vez realizados estos pasos también vale la pena darlo de baja en la correspondiente Jefatura de Tráfico, de este modo se evitarán problemas en caso de que se cometa algún delito con el vehículo y se dejarán también de pagar los gastos relacionados con su propiedad (seguro, impuesto de circulación, etc.). Necesitarás, junto con la documentación personal y del vehículo, la denuncia de robo.
En caso de que el vehículo aparezca, ¡felicidades! Deberás comunicarlo a la Policía y podrás darlo de nuevo de alta sin coste. Si hay desperfectos, y siempre en función de la póliza contratada, la aseguradora también se hará cargo de ello. Y todo habrá quedado en un susto…

Como ves, resulta fundamental conocer a fondo las coberturas incluidas en la póliza. Si tienes cualquier duda, los expertos de RACC Seguros analizarán tu caso y te recomendarán la oferta más adecuada.

Fuentes:RACC 

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