.- Alianza estratégica con Global Bioenergies para seguir
promoviendo el desarrollo de combustibles sintéticos.
Audi promueve el
desarrollo de una tecnología radicalmente nueva en la que se parte de
microorganismos para producir combustibles sintéticos, en concreto, Audi
e-diesel y Audi e-etanol. Las investigaciones demuestran que estos combustibles
se comportan exactamente igual que los combustibles convencionales, y gracias a
sus características químicas generan menos emisiones contaminantes. La alianza
estratégica con Global Bioenergies promueve el desarrollo de combustibles no fósiles.
“Desde hace un año, estamos probando con éxito la
producción de Audi e-etanol en nuestras instalaciones de Estados Unidos, y
tenemos la esperanza de que el e-diesel seguirá el mismo camino,” comenta
Reiner Mangold, responsable de Desarrollo de Producto Sostenible en Audi.
“Hemos demostrado desde hace tiempo que se pueden producir combustibles
sintéticos. Ahora los estamos probando en profundidad,” explica Mangold.
Los estudios realizados por Audi demuestran que los
biocombustibles se comportan exactamente igual que los combustibles
convencionales durante la inyección y, gracias a sus características químicas,
generan menos contaminantes durante la combustión. Para ello, los técnicos
trabajan en una cámara de pruebas muy especial, simulando las condiciones de un
motor, con presiones internas de hasta 15 bar y temperaturas de 350 grados
centígrados. Las paredes de metal de lo que serían los cilindros se hacen aquí
visibles para el ojo humano, y una cámara de alta velocidad capta fotograma a
fotograma los procesos de inyección y de combustión cada 50 milisegundos.
“Ahora sabemos que nuestros e-combustibles ofrecen el
mismo rendimiento o incluso mejor que los combustibles convencionales,” asegura
Mangold. La siguiente tarea para que estos nuevos estos nuevos combustibles
estén listos para llegar al mercado será desarrollar el proceso de producción
del e-etanol, y optimizar el de la obtención de e-diesel. “En el futuro
cercano, vamos a estar en disposición de producir varios cientos de miles de
litros de combustible sintético líquido por día,” explica Sandra Novak,
responsable del proyecto. “Esto marcará un gran paso hacia movilidad
sostenible.”
En esta línea, Audi ha firmado una asociación estratégica
con Global Bioenergies . El fabricante de automóviles trabajará con la empresa
francesa de biotecnología para promover el desarrollo de combustibles no
fósiles. “Con nuestros socios de Global Bioenergies damos un paso más hacia la
movilidad neutral, apoyando una innovadora tecnología que puede ser utilizada para
producir combustibles renovables” explica Reiner Mangold.
Los combustibles sintéticos son parte de la estrategia
global de e-combustibles de la marca de los cuatro aros. La planta de e-gas de
Audi en Werlte comenzó a alimentar a la red hace unos meses, utilizando gas
producido sintéticamente mediante un proceso en el que se utiliza energía
eléctrica sobrante que no podría almacenarse. Y Audi ya tiene en marcha un
centro de investigación para la producción de e-etanol y e-diesel con su socio
Joule, empresa de biotecnología fundada en 2007 con sede en Bedford,
Massachusetts.
Para la producción de estos nuevos e-combustibles sólo se
requieren cuatro elementos: agua, luz solar, CO2 y microorganismos a medida.
Estos últimos son organismos unicelulares con un tamaño de apenas unas tres
milésimas de milímetro, que al igual que las plantas utilizan el oxígeno de la
fotosíntesis –es decir, luz solar y el CO2 del ambiente– para sintetizar
hidrocarburos y multiplicarse. Como medio de vida no requieren ni tan siquiera
agua potable limpia, todo lo que necesitan es agua salada o agua de uso
industrial. La fotosíntesis oxigénica, como su propio nombre indica, libera
oxígeno como subproducto.
“Con nuestros socios de Joule hemos sido capaces de
modificar y optimizar el proceso para que los microorganismos produzcan
directamente e-etanol o alcanos de cadena larga para producir posteriormente el
e-diesel” explica Sandra Novak.
Los expertos de Joule han modificado este proceso de
fotosíntesis de tal modo que los microorganismos sintetizan directamente
alcanos (importantes componentes del combustible diésel) o también etanol a
partir del dióxido de carbono. Los combustibles se separan del agua y se
limpian.
Audi e-diesel ofrece la ventaja de una elevada pureza; no
contiene azufre ni compuestos aromáticos, muy al contrario que el diésel
derivado del petróleo, que es una mezcla de diferentes compuestos de
hidrocarburos. Dado su alto índice de cetano, el nuevo combustible presenta una
extraordinaria facilidad de encendido, y su naturaleza química permite
mezclarlo ilimitadamente con el diésel fósil. En los motores clean diesel de
Audi puede emplearse el Audi e-diesel sin necesidad de realizar grandes
modificaciones.
Audi y Joule construyeron en 2012 una planta de
demostración en el estado de Nuevo México (Estados Unidos), en una árida
región, no apta para el cultivo, y con un número muy elevado de horas de sol al
año. La colaboración entre ambas empresas está en marcha desde 2011. La empresa
estadounidense ha asegurado su tecnología con patentes, mientras que la marca
de los cuatro aros trabaja en exclusiva con Joule en el sector automovilístico.
En particular con su know-how en el ámbito de las pruebas de combustibles y de
motores y con la elaboración de balances LCA (Life Cycle Assessment), los
especialistas de Joule ayudan a los ingenieros de Audi a desarrollar
combustibles aptos para el mercado, cuya producción podría dar comienzo en los
próximos años.
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