¿De
dónde vienen los nombres de las marcas Volvo, Audi o Mercedes Benz? ¿Por qué
los coches de segunda mano también huelen a nuevos? ¿Quiénes son los
responsables de los controvertidos nombres de los modelos Mitsubishi Pajero,
Nissan Moco o Mazda Laputa? Entrevistamos a Sara Villegas, autora de
'Marketingdencias', un libro original que desvela curiosidades y anécdotas
sobre el márketing y la publicidad de nuestro día a día.
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¿De
dónde proceden los nombres de las grandes marcas de coches?
Como
en cualquier sector, cada marca tiene su historia particular. Por ejemplo Volvo
significa 'yo ruedo' en latín por la evidente relación con las ruedas de los
vehículos, y Audi también viene del latín pero la historia es algo más curiosa
ya que significa 'escuchar', que es precisamente lo mismo que significa en
alemán el apellido del fundador de la marca (Horch). En cambio Mercedes Benz
tomó el nombre de una niña, en concreto de la hija de Emil Jellinek, que
decidió invertir en la compañía automovilística con la única condición de que
como mínimo un modelo se llamara como su hija, pero finalmente todos los coches
se llamaron así y se le añadió la palabra Benz como herencia de una de las
compañías con las que la marca se había fusionado.
¿Qué
no debe faltar en un buen anuncio de coches?
Una
buena dosis de creatividad que permita elevar el producto a otro nivel. Más que
las características técnicas del vehículo es importante, en mi opinión,
contarle al futuro comprador las sensaciones que puede llegar a sentir al
volante, lo que representa la marca. Los mejores anuncios de coches que
recuerdo apenas muestran el vehículo unos segundos y cuentan poco de sus
características, pero son capaces de despertar las emociones.
Cuéntenos
algunos casos divertidos sobre los errores de traducción de las marcas y sus
malentendidos...
Los
malentendidos en los nombres de los coches aparecen cuando se exportan
vehículos a un país distinto al que han sido bautizados. Por ejemplo, cuando
Ford empezó a comercializar el Ford Pinto en Brasil tuvieron que cambiar el
nombre con urgencia al darse cuenta de que 'pinto', en Brasil, hace referencia
a los genitales masculinos pequeños, y a nadie le apetecía decir 'tengo un
pinto'. Algo similar le sucedió a Mitsubishi cuando introdujo el Mitsubishi
Pajero en el mercado hispanohablante, que el nombre con referencias onanistas
cuajó tan poco que la marca lo rebautizó como Montero. En España tampoco han
tenido éxito nombres como el Nissan Moco o el Mazda Laputa por razones más que
evidentes.
¿Y
por qué los coches nuevos huelen a 'coches nuevos'?
Aunque
pueda parecer casual el olor de los coches nuevos es un olor característico
preparado a conciencia, una firma olfativa que busca generar sensaciones
positivas en nosotros cuando la olemos. Nuestro sentido del olfato es muy
poderoso y de forma inconsciente nos manda mensajes, y el olor a nuevo no es
otra cosa que un gancho para que nos guste mucho más el producto. Por este
motivo en muchas ocasiones los coches usados que vuelven a ponerse en el
mercado de segunda mano se perfuman con el mismo aroma.
Los
coches son artículos caros y en estos tiempos de crisis... ¿ha cambiado en algo
la publicidad a la hora de llegar a un consumidor con menos dinero?
En
esencia la publicidad no ha cambiado, porque tal y como hemos comentado se
mueve en un plano emocional y crea el deseo de una marca o modelo. Sin embargo
lo que sí se ha adaptado al entorno actual han sido las promociones, que se
mueven en un plano más terrenal y que son conscientes de que la decisión final
de compra puede depender, en algunos casos, del precio y equipamiento del
vehículo.
¿Qué
pasa cuando un coche sale en una película taquillera?
Nos
fijamos mucho más de lo que creemos en los coches que llevan los personajes de
la televisión o del cine, y por lo tanto ése es un excelente escaparate de algunos
modelos y marcas para potenciar sus ventas. Por ejemplo, a mediados de los 90
James Bond fue infiel a su mítico Aston Martin y en la película Goldeneye se
puso al volante de un BMW Z3 Roadster, que el agente 007 condujo cuando todavía
no se había empezado a comercial al gran público. Fue una publicidad tan
potente que a los pocos días de estrenarse la cinta, BMW ya tenía casi diez mil
pedidos del modelo en cuestión.
FUENTE: elEconomista.es
Entrevista: Yolanda García
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