“Muchas
personas son demasiado educadas para hablar con la boca llena, pero no les
importa hacerlo con la cabeza hueca.”
Orson Welles
(1915-1985) Director de cine estadounidense
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Empezamos
esta serie de artículos con la aspiración, ambiciosa, eso sí, de informarles,
darles consejos útiles, y mostrarles, a veces el camino de mi experiencia ante
los distintos tribunales de justicia, y otras simplemente a trasladarles de una
manera, espero que clara, lo que cualquier ciudadano de a pie, le gustaría preguntar
y ser respondido de una manera llana y sin la complicación que nuestro trabajo
diario nos exige, a veces simplemente para que resultando poco entendibles,
parecer más “inteligentes”.
Como
abogado en ejercicio, a veces no acabo de entender al poder legislativo, ese
Poder, que dicta normas que generan confusión e incertidumbre, lo que luego en
el juzgado llamamos de manera grandilocuente INDEFENSIÓN.
Y
eso parece que es lo que, una vez más pasa con esta Reforma de la Reforma de la
Ley de Seguridad Vial, se debería hacer la norma para aplicarla y entenderla,
el sentido de las leyes es a veces un gran jeroglífico, que necesita de Jueces
para interpretarlo, y de abogados para “facilitar” esa interpretación, que los
legisladores deberían haberse esmerado
en explicar al redactarla, no, para no dar trabajo a Jueces y abogados, (
aunque, tendremos que seguir comiendo, pagando la hipoteca y aspirando a que
nuestros hijos tengan una educación), si no para simplemente hacerles la vida
más fácil al ciudadano en el día a día.
Aunque
parezca mentira después de más de 20 años de experiencia en el ejercicio de la profesión de abogado, encuentro leyes,
reglamentos, normativas, que parecen redactadas por quien evidentemente no las
van aplicar pero, lo más grave por quien parece que no sean ciudadanos que las
van a tener que cumplir, o quizá sea eso, porque siempre acabamos viendo que
hay “algunos” que “parece que no tienen por qué conocer la norma para
incumplirla, simplemente saben que no se les va a aplicar”.
Realmente
las normas son un auténtico tostón, conocerlas, aplicarlas, interpretarlas,
pero son necesarias, al menos mientras esperemos un mínimo de convivencia
pacífica, y la reforma de la ley de seguridad vial, no es distinta, es decir es
un tostón de Ley, que luego requerirá un Reglamento de desarrollo, es decir,
para que se entienda; digo lo que quiero y luego ya se preocuparan otros en
quebrarse la cabeza en cómo se aplica cómo se paga (si se ha previsto
presupuesto claro), quien serán los competentes, y un largo etcétera de cómos,
cuándos, cuántos… lógicos para la mayoría de los ciudadanos, pero poco
importante, parece ser, en el momento de publicar esa ley. Difícil de entender
esto, lo sé.
Como
mucho se ha escrito de esta Ley, incluso un detalle excelente de las
principales novedades en este mismo blog, yo intentaré a partir del siguiente
post, ir sobre ese punto de partida, como he dicho dar mi opinión, opinar sobre
otras opiniones y dar cabida si el autor del presente blog lo permite a que, si
alguien me lee, de su opinión de mi opinión. Pero centrándome en puntos
concretos de la normas.
“Que
tengáis una buena semana, mientras la normativa os deje.”
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