domingo, 23 de febrero de 2014

LA EVOLUCIÓN DE KIA


La marca de coches surcoreana Kia, perteneciente desde el año 1998 al Hyundai, ha sido asociada tradicionalmente a una oferta asequible y a una gama baja de automóviles, lo cual le ha reportado un exponencial crecimiento. Sin embargo, sus responsables llevan algún tiempo dando lo que parece un golpe de timón encaminado a competir en segmentos superiores con, incluso, firmas premium como Audi, Mercedes-Benz o BMW.


Así lo demuestra el lanzamiento para la próxima primavera de la nueva berlina K900, con la que Kia quiere asaltar el segmento de los vehículos de alto lujo en Estados Unidos, mercado en el que suma ya 20 años de presencia con un resultado notable: en 2008, vendía 273.397 coches. Seis años después, en 2013, el fabricante surcoreano duplicó esa cifra.

Pero el K900 no es el primer signo de esta tendencia. Hace un año, Kia presentaba, también en el mercado americano, de la berlina del segmento E Cadenza, el primer vehículo por encima de los 40.000 dólares en la historia de la marca que compite en el segmento de lujo medio. Y no sólo eso, el desarrollo de conceptos como el flamante deportivo GT4 Stinger también contribuyen a esa sensación de que Hyundai quiere llevar a su otrora marca de gama baja a un nivel superior.

Los argumentos del Kia K900
Ése es precisamente el ambicioso objetivo del K900: ni más ni menos que competir de tú a tú con las marcas alemanas en el segmento de las berlinas de representación como los Audi A8, BMW Serie 7 o Mercedes-Benz Clase S. Y argumentos no le faltan... El principal es su precio: en EEUU, el nuevo K900 costará, según Kia, 65.500 dólares en su versión más equipada, lo cual representa unos 35.000 dólares más barato que sus homólogos en las gamas de las premium alemanas.

Menor precio sin renunciar en modo alguno al lujo y la tecnología propios de estos segmentos: Kia asegura haber equipado al K900 con avanzados elementos de tecnología punta con, por ejemplo, una pantalla frontal HUD o un sistema avanzado de gestión de seguridad; confort, con asientos traseros reclinables independientes en un habitáculo de madera y cuero; y prestaciones de alto rendimiento con un motor V8 con 420 CV de potencia.

Una nueva oportunidad
Pero, ¿será todo esto suficiente para convencer al exigente público del que se compone el target de automóviles de este tipo teniendo en cuenta su tradición? Pues los responsables de Kia, lejos de que su pasado sea un hándicap insalvable en sus nuevas aspiraciones, lo ven como una oportunidad más. "El K900 no es lujo lleno de tradición. Es lujo que se experimenta, con el que se vive, que es cómodo. Es nuestra versión de lujo", explica Scott McKee, director de Relaciones Públicas de Kia en Estados Unidos. "Hay una nueva realidad en el espacio del lujo".

Los datos que maneja Kia señalan que, tras la recesión de 2008 en Norteamérica, hay un nuevo tipo de cliente, consumidores que tuvieron que dejar sus vehículos de lujo por necesidades económicas pero que siguen aspirando a tener las comodidades y tecnologías que ofrecen. O consumidores que aunque tienen la capacidad de gastarse entre 80.000 y 100.000 dólares en un vehículo de lujo, son más conscientes ahora de vivir de una forma más modesta.

"Cuando presentamos el Sorento, nuestro primer vehículo por encima de los 30.000 dólares en Estados Unidos, nos dimos cuenta que la recesión lo había hecho atrayente para muchas personas. Porque la recesión les hizo pensar más en las grandes compras", dice Orth Hedrick, vicepresidente de Planificación de Productos de Kia. "Con el nuevo Optima también vimos muchos clientes que procedían de vehículos de gamas más elevadas", añade.

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