Los
gastos derivados de los más de 80.000 accidentes de tráfico con víctimas que se
producen cada año en España, además del tremendo coste humano, "supone una
pérdida el 2% del PIB español", según ha señalado la directora de la DGT,
María Seguí, durante una jornada de responsabilidad empresarial y seguridad
vial organizada por la Facultad de Derecho de ESADE.
Seguí
ha destacado que pese al descenso de fallecidos en accidentes de tráfico en los
últimos diez años en España se trata de una "pandemia mundial".
"Debemos responsabilizarnos legal y moralmente para hacer frente a los
1.300.000 fallecidos anuales por esta causa en todo el mundo", ha
afirmado.
En
España, en donde se contabilizan 41 fallecidos por millón de habitantes, con 5
heridos graves y 55 heridos leves por cada fallecido, el perfil de las víctimas
ha cambiado en los últimos años. "El fallecido en un accidente de tráfico
no es el joven inexperto y conductor, como se acostumbra a pensar", ha
apuntado Seguí.
En
este sentido, ha afirmado que el 51% de las víctimas tiene más de 45 años, lo
que representa una "población en plena edad productiva y de trabajo".
"La movilidad de los trabajadores les expone al riesgo. Así que la
implicación de las empresas con la seguridad vial no es un coste, es una inversión.
Lo más preciado de una empresa es el capital humano", ha añadido.
Prueba
de la importancia de la jornada laboral en el número de accidentes es que
"el 75% de fallecidos por accidentes de tráfico se concentran entre las 8
de la mañana y las 8 de la tarde" y el 64% de lunes a viernes, lo que
apunta a que "muchos accidentes son para ir y venir del trabajo",
según ha indicado.
Desde
la DGT se insiste en racionalizar viajes ya sea en número, duración y modo.
"Un horario partido incita a más viajes; un horario seguido a menos",
ha apuntado Seguí. Usar vías y vehículos más seguras, observar los límites de
velocidad, usar el cinturón, sistema de retención infantil o casco y no
consumir alcohol son algunos de los puntos que DGT destaca como medidas de
prevención. Para el organismo, es muy importante que las empresas tengan un Plan
de Seguridad Vial.
Por
su parte, Eduardo Berché, decano de la Facultad de Derecho de ESADE y profesor
de Derecho Financiero y Tributario de la escuela ha hablado sobre las
obligaciones del empresario en materia de prevención. En este sentido,
considera que "las empresas pueden ser responsables de los accidentes de
tráfico de sus empleados, por lo que deben implicarse en la seguridad
vial".
Mientras,
el director del Servei Català de Trànsit, Joan Josep Isern, ha anunciado la
creación de un grupo de trabajo de cara a marzo dirigido a facilitar formación
a los trabajadores en seguridad vial. Para Isern, con políticas de disuasión,
como las multas, no hay suficiente y "se debe apostar por las políticas de
persuasión y trabajar conjuntamente administración y empresa privada".
En
el caso de empresas de transporte, los expertos coinciden en que no cabe duda
que el empresario debe responsabilizarse del mantenimiento del vehículo, de la
formación e información a los trabajadores y de incidir en la vigilancia de la
salud.
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