El BP Energy Outlook se
centra en la suficiencia, seguridad y sostenibilidad del suministro.
La demanda de energía
mundial continúa creciendo pero a un ritmo más lento y principalmente impulsado
por las economías emergentes –con China e India a la cabeza–, de acuerdo con el
informe BP Energy Outlook 2035, publicado recientemente.
Se trata de la cuarta
edición anual del Outlook y, por primera vez, recoge las opiniones de BP sobre
los desarrollos más probables en los mercados energéticos mundiales ampliando
el período de 2030 a 2035, según un análisis actualizado.
El informe revela que el
consumo mundial de energía está previsto que crezca un 41% entre 2012 y 2035
–comparado con el 52% de las dos últimas décadas y el 30% en los últimos diez
años. El 95% de ese crecimiento de la demanda se espera que provenga de las
economías emergentes, mientras que el uso de energía en los países avanzados de
América del Norte, Europa y Asia, en conjunto, se espera que crezca muy
lentamente y que comience a descender en los últimos años del período cubierto
por estas previsiones.
Las cuotas de los
principales combustibles fósiles -petróleo, gas natural y carbón- están
convergiendo y se espera que cada uno de ellos represente un 27% del total del
mix en 2035, mientras que la cuota restante corresponde a las energías nuclear,
hidroeléctrica y renovable. Entre los combustibles fósiles, el gas es el que
está creciendo más rápidamente, utilizado cada vez más como alternativa más
limpia al carbón para generar electricidad, así como en otros sectores.
Bob Dudley, Consejero
Delegado del Grupo BP, afirmó que este Outlook “destaca la importancia de la
competencia y las fuerzas del mercado en el descubrimiento de nuevas
tecnologías y en la innovación para satisfacer las necesidades energéticas
mundiales. Estos factores hacen que seamos optimistas de cara al futuro de la
energía en el planeta.”
Dudley añadía: “El Outlook
nos hace plantearnos tres grandes preguntas: ¿Hay suficiente energía para
satisfacer la creciente demanda? ¿Podemos responder a la demanda de manera
fiable? Y, ¿cuáles son las consecuencias de satisfacer la demanda? En otras
palabras, ¿es el suministro suficiente, seguro y sostenible?".
“Nuestra respuesta a la
primera pregunta es un 'Sí' rotundo. La tasa de crecimiento de la demanda mundial
es más lenta de lo que hemos visto en décadas anteriores, en gran parte como
resultado de una mayor eficiencia energética. Las tendencias de la tecnología
mundial, la inversión y la política nos permiten tener confianza en que la
producción será capaz de mantener el ritmo. Las nuevas formas de energía, como
el gas de esquisto o shale gas, el petróleo de formaciones compactas o tight
oil y las energías renovables, representarán una parte significativa del
crecimiento de la oferta global”.
A la pregunta sobre la
seguridad, el Outlook de BP ofrece diversas opiniones, aunque claramente
positivas. Entre los importadores actuales de energía, Estados Unidos está en
el camino de lograr la autosuficiencia energética, mientras que la dependencia
de importaciones en Europa, China y la India se prevé que aumente. Se espera
que Asia se convierta en la región importadora de energía por excelencia.
Dudley apuntaba: “Esto no necesariamente es un motivo de preocupación si el
mercado puede hacer su trabajo, y se abren nuevas cadenas de suministro en
estas grandes regiones consumidoras”.
Sobre la cuestión de la
sostenibilidad, se prevé que las emisiones globales de dióxido de carbono se
eleven hasta el 29%, con todo el crecimiento procedente de las economías
emergentes. El BP Energy Outlook muestra algunos signos positivos: se espera
que el aumento de las emisiones sea lento, a medida que el gas natural y las
energías renovables ganen cuota de mercado al carbón y al petróleo; así, se
espera que las emisiones disminuyan en Europa y Estados Unidos. De hecho, hacia
el final del período cubierto por el Outlook esperamos que muchos países
avanzados vean crecer sus economías mientras su consumo de energía disminuye.
Christof Rühl, Economista
Jefe de BP, decía: “Este proceso muestra el poder de las fuerzas económicas y
de la competencia. Sencillamente, la población está encontrando formas de usar
la energía de manera más eficiente ya que ello les permite ahorrar dinero. Esto
también es bueno para el medio ambiente –cuanto menos energía utilizamos, menos
carbono emitimos. Por ejemplo, las emisiones de CO2 en EE.UU. han vuelto a
niveles de la década de los 90”.
La edición de este año
analiza también el transporte más detenidamente y ofrece una visión en
profundidad de la revolución del gas natural en América del Norte.
Resumen del BP Energy
Outlook 2035
Energía primaria
El BP Energy Outlook 2035
revela que la demanda mundial de energía seguirá aumentando a un promedio del
1,5% anual hasta 2035. Se espera que el crecimiento se modere a lo largo de ese
período, aumentando a una media anual del 2% hasta 2020 y, posteriormente, de
apenas el 1,2% hasta el año 2035. El 95% de este crecimiento se prevé que
provenga de las economías de países no miembros de la OCDE, con China e India a
la cabeza, representando más de la mitad de este crecimiento. En 2035, el
consumo de energía en las economías de países no miembros de la OCDE se espera
que sea un 69% mayor que en 2012. En comparación, el consumo en la OCDE habrá
crecido solamente un 5%, con una caída real después de 2030, incluso con un
crecimiento económico continuo.
Mientras el mix de
combustibles sigue evolucionando, los fósiles seguirán siendo los dominantes.
Petróleo, gas y carbón se prevé que converjan en cuotas de mercado en torno al
26-27% cada uno en 2035, mientras que los combustibles no fósiles (energía
nuclear, hidroeléctrica y renovable) se espera que lo hagan en una cuota en
torno al 5-7% cada una.
Petróleo
Se espera que el petróleo
sea el de más lento crecimiento dentro de los principales combustibles en 2035,
con una demanda que crece a un promedio del 0,8% al año. Sin embargo, esto
supondrá una demanda de petróleo y otros combustibles líquidos de cerca de 19
millones de barriles al día más en 2035 que en 2012. Todo el crecimiento neto
de la demanda provendrá de fuera de la OCDE: el crecimiento de la demanda de China,
India y Oriente Medio representará en su conjunto casi todo el crecimiento neto
de la demanda.
El aumento del suministro de
petróleo y otros combustibles líquidos (incluyendo biocombustibles) en 2035
provendrá principalmente del continente americano y Oriente Medio. Más de la
mitad del crecimiento provendrá de recursos de países no miembros de la OPEP,
con un incremento en la producción de tight oil estadounidense, arenas
bituminosas canadienses, aguas profundas brasileñas y biocombustibles, que
compensarán de sobra los descensos de producción de recursos maduros de otras
zonas. El aumento de la producción de nuevos recursos de tight oil
probablemente haga que Estados Unidos supere a Arabia Saudí y se convierta en
el mayor productor mundial de combustibles líquidos en 2014. Se espera que las
importaciones de petróleo de Estados Unidos caigan un 75% entre 2012 y 2035.
La cuota de la OPEP dentro
del mercado petrolífero se prevé que descienda a comienzos del período,
reflejando la creciente producción de los países no miembros de la OPEP junto
con la desaceleración del crecimiento de la demanda debido a los altos precios
y a la cada vez mayor eficiencia de las tecnologías del transporte. La cuota de
mercado de la OPEP se espera que repunte ligeramente después de 2020.
Gas
Se espera que el gas natural
sea el combustible fósil de más rápido crecimiento, con una demanda que crece a
una media del 1,9% anual. Los países no miembros de la OCDE se prevé que
generen el 78% del crecimiento de la demanda. La industria y la generación
eléctrica representan los mayores incrementos de la demanda por sector. Las
exportaciones de GNL se espera que crezcan más del doble de rápido que el
consumo de gas, a una media del 3,9% anual, representando el 26% del
crecimiento del suministro de gas para 2035.
Los suministros de shale gas
se prevé que representen el 46% del crecimiento de la demanda de gas, el 21%
del gas mundial y el 68% de la producción de gas de EE. UU. en 2035. El
crecimiento de la producción de gas de esquisto o shale gas en América del
Norte se estima que sea lento después de 2020 y que aumente la producción de
otras regiones, aunque para el año 2035 se estima que América del Norte aún
representará el 71% de la producción mundial de shale gas.
Carbón
Tras el petróleo, se espera
que el carbón sea el de más lento crecimiento dentro los combustibles
principales, con un aumento promedio de la demanda del 1,1% anual hasta 2035.
Durante este período, el crecimiento se aplana hasta el 0,6% anual después de
2020. Casi todo (87%) el crecimiento neto de la demanda hasta 2035 se espera
que provenga únicamente de China e India, cuya cuota combinada de consumo
mundial de carbón aumentará del 58% en 2012 al 64% en 2035.
Otros
La producción de energía
Nuclear se prevé que aumente hasta 2035 en torno al 1,9% anual. China, India y
Rusia suman el 96% del crecimiento mundial de energía nuclear, mientras que la
producción nuclear en Estados Unidos y la UE desciende debido a los cierres
previstos.
El crecimiento en energía
hidroeléctrica se espera que se modere hasta el 1,8% anual en 2035, con cerca
de la mitad del crecimiento procedente de China, India y Brasil.
Las renovables está previsto
que sigan siendo las energías de más rápido crecimiento, ganando ligeramente
cuota de mercado, ya que crecerán a un promedio del 6,4% anual hasta 2035. Se
espera que cuota de producción eléctrica mundial de origen renovable crezca del
5% al 14% en 2035. Por su parte, las economías de la OCDE han liderado el
crecimiento en el sector de las renovables, pero estas energías en los países
no miembros de la OCDE están ganando terreno y está previsto que representen el
45% del total para el año 2035. Si incluimos los biocombustibles, las energías
renovables se estima que tengan mayor cuota dentro de la energía primaria que
la nuclear para el año 2025.
Carbono
Aunque la tasa de
crecimiento se modera, las emisiones de carbono se espera que aumenten en un
29% de 2012 a 2035. Todo el crecimiento provendrá de los países de fuera de la
OCDE, mientras que en la OCDE las emisiones se reducirán un 9%. En 2035, se
prevé que el 72% de las emisiones de CO2 vengan de fuera de la OCDE.
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