domingo, 25 de agosto de 2013

ENTRE EL CIELO Y EL ASFALTO

El número de motoristas fallecidos entre 2007 y 2011 cayó un 52%, lo que se explica por la mayor prudencia, la extensión de guardarraíles y la reducción del parque de motos en un 30%. Los moteros creen que pasada la crisis volverán los malos datos

La tendencia a la baja queda, en efecto, demostrada en todas las estadísticas. Del pico de mortalidad en moto que se padeció en 2007 en España, con 880 motoristas muertos en accidente de tráfico, hasta el año 2011, cuando se registraron 422 muertes, la caída de motoristas accidentados es de un nada desdeñable 52%. 





Esta lacra de la elevada accidentabilidad se ha aplacado, en parte, por un dato obvio: según el RACE (Real Automóvil Club de España) y las asociaciones de moteros consultadas, la reducción del uso de las motos desde que comenzara la crisis, entre 2008 y 2013, se calcula en torno a un 30%(estimado en torno a la caída del uso de combustible vendido para este medio de transporte). ¿Por qué? Se concibe todavía la moto principalmente como un bien de ocio, para salir los domingos a dar un paseo, especialmente las de gran cilidrada. Así, los datos de bajada de la siniestralidad de las dos ruedas se explican también por la reducción en un 30% del parque de motos que se echan a las calles. La Asociación Motera lo explica del siguiente modo: «Si una persona no cocina, la posibilidad de que se le queme el arroz es nula. Cuantos más kilometros se hagan en moto y más se use, más exposición al riesgo se produce, más riesgo de tener un accidente hay». Temen, no obstante, que pasada la crisis económica, retornen los malos datos.

La caída del parque de motos en los últimos cinco años rodea el 30%

De acuerdo con la opinión de los expertos, la menor tasa de motoristas siniestrados en términos absolutos se debe también a lamayor prudencia acreditada por los conductores, en general, y a la eficacia de las medidas implementadas desde que en 2007 el Ministerio del Interior y Tráfico formase el primer grupo de trabajo con asociaciones de motoristas, fabricantes y todo el sector con el único fin de poner fin a la sangría de motoristas a los que se les partía la vida un día en el asfalto. En este sentido, ha demostrado su eficiencia el empeño de organismos y asociaciones en tejer una red de barreras metálicas de contención o seguridad (los conocidos como guardarraíles) a lo largo y ancho de toda la red vial española. De hecho, de cada cien accidentados en una moto, dieciocho se salvaron tras el choque contra uno de estos dispositivos. 

No obstante, los motoristas se quejan de que de los 176.000 kilómetros de carretera, no se llega a los 4.000 kilómetros con este sistema eficaz de protección. No es estéril la cifra, puesto que además España es el país más avanzado del mundo en esta materia con tecnología pionera colocada en el vallado, pero desde las entidades consultadas se reclama un esfuerzo más equitativo entre administraciones (Madrid y Mallorca, verbigracia, se volcaron en su ubicación, mientras otras provincias desisten de hacerlo) y una mejor praxis en su colocación en lugares de alta peligrosidad.

En ciudad, el 72% de siniestros, el 28% de muertos

Conforme a los últimos datos definitivos de la DGT, que se remontan al balance de 2011, los usuarios de las motocicletas participaron en el 22% del cómputo global de siniestros que dejaron víctimas en nuestro país. Esto es, en 18.305 accidentes participó al menos un motorista. Más de siete de cada diez de esos siniestros se produjeron en vías urbanas, donde se registraron el 28% de los fallecimientos de motoristas en ese ejercicio. El coordinador de Educación Vial del RACE, Juan Antonio Sánchez-Trillo, describe que la edad de esos motoristas rondaba entre los 25 y 44 años en casi seis de cada diez casos. De los 348 motoristas que perdieron la vida en 2001, el 57% tenía esa horquilla de edad.
En otro estudio muy interesante que acuñó la consultora AAPluss Idiada y del que se hace eco la Administración de Tráfico, se analizó la exposición que tiene cada grupo de motoristas y se colige que el mayoríndice de exposición al riesgo (IER) es el de los jóvenes de 25 a 34 años, conductores de una moto tipo sport de gran cilindrada(por encima de los 750 centímetros cúbicos). Recorren un promedio de 9.100 kilómetros al año y su tasa de mortalidad de un 0,34% (tasa de muertos en función del parque de motocicletas). El segundo grupo de riesgo lo conforman los jóvenes de 18 a 24 años, con una moto tipo «naked» de cilindrada entre los 501 y 750 centímetros cúbicos. Hacen 5.500 kilómetros de media al año y su tasa de accidentalidad-mortalidad es de un 0,25%, una décima más que aquellos jóvenes de 18 a 24 años también que conducen, en este caso, una moto sport de entre 126 y 500 cc. Recorren 7.500 kilómetros de media al año. El cuarto y último grupo de exposición al riesgo, con una tasa de un 0,12%, está integrado por los jóvenes de 25 a 34 años que conducen una «naked»de más de 750 centímetros cúbicos y viajan 3.500 kilómetros al año sobre su moto.

Del balance de la DGT de 2011 también se desprende que los accidentes mortales más frecuentes se producen en turismo (un 56% de ellos), en moto (el 16%) y a causa de un atropello (en el 10% de los casos). El escenario más habitual, en el 78% de los siniestros, es una carretera convencional, donde la tragedia sobreviene cuando el vehículo se sale de la vía -causa de un 37% de esos accidentes mortales- o por colisión frontal entre dos vehículos -un 22%-.

109 fallecidos este año en vías interurbanas

El último recuento elaborado con datos provisionales de accidentes mortales a 24 horas y solo en vías interurbanas que facilita a este periódico la Dirección General de Tráfico (DGT) es de 109 motoristas muertos desde el 1 de enero hasta el pasado 31 de julio de 2013.

Retrotayéndonos a ese balance de 2011, los motoristas fallecidos no llevaban el casco, un elemento obligatorio e imprescindible en cualquier recorrido, en un 2% en las vías interurbanas, pero ese porcentaje se multiplicaba por siete en el caso de las vías urbanas, por lo que desde el Real Automóvil Club de España y la DGT se insiste en que «no se debería concebir ir en ciclomotor o motocicleta sin casco». En ningún caso. Sin ninguna justificación. Aunque si extrapolamos ese dato al uso del cinturón de seguridad en el coche, son menos precavidos quienes están al volante de un turismo: en 2011, el 22% de los fallecidos en coche no llevaba el dispositivo de protección preceptivo al volante. 
ERIKA MONTAÑES/ABC

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