miércoles, 24 de julio de 2013

¿ES SEGURO PERMANECER DENTRO DEL VEHÍCULO EN CASO DE TORMENTA VERANIEGA CON FUERTE APARATO ELÉCTRICO?

Según el denominado efecto Faraday, sí. De hecho, en física se habla de la “Jaula Faraday”. ¿Qué significa? Que los automóviles son seguros en caso de rayos porque estos pasarán por el exterior de la carrocería hasta el suelo, sin daño para el ocupante. Nos los explica, en sus consejos para evitar daños por rayos, la Confederación Nacional de Autoescuelas de España.

Los rayos transportan corrientes de 30.000 amperios de intensidad y 800.000 voltios de tensión, y generan una energía en forma de calor de unos 8.000 ºC.

Michael Faraday postuló, y demostró él mismo sometiéndose al experimento, que el campo eléctrico dentro de una superficie conductora cerrada y continua es nulo. Él mismo diseñó una esfera metálica de grandes dimensiones por la que hizo pasar una corriente eléctrica elevada y permaneció dentro de la esfera sentado en una silla de madera y demostró, con distintos aparatos de medición, y conservando su vida, que el campo eléctrico era nulo en su interior.


Este efecto tiene una aplicación importante en protección de equipos electrónicos delicados, tales como repetidores de radio y televisión situados en cumbres de montañas y expuestos a las perturbaciones electromagnéticas causadas por las tormentas. Este fenómeno también es el que protege a los aviones comerciales de la caída de un rayo.

Si estamos dentro del vehiculo, lo mejor continuar en esa situación procurando no entrar en contacto con las partes metálicas, apagar la radio y cerrar las ventanillas. Si nos detenemos, es conveniente elegir un lugar seguro alejado de vallas metalicas o tendidos electricos. Si estamos fuera del vehículo, lo mejor meterse dentro de él y alejarse de zona de charcos o balsas de agua y zonas húmedas.

Debemos dejar un margen de tiempo para salir del coche, ya que su superficie metálica, al igual que le ocurre a un avión en vuelo al que le cae un rayo, se ha quedado cargada, “polarizada” del campo eléctrico del rayo. Si los ocupantes bajan, y el vehículo no ha descargado a masa, ellos pueden cerrar el circuito al tocar la superficie metálica y pisar el suelo. Depende de la conductividad en ese momento, resistencia que se provoque, etc., para que las consecuencias varíen de un fuerte calambre a lesiones más graves.

Dependiendo del vehículo, lo más probable es que el rayo, genere un arco voltaico entre la llanta y el suelo, descargándose. Generalmente cuando esto ocurre los neumáticos revientan por la elevación de la temperatura. Por este motivo, es importante que, durante una tormenta eléctrica, los conductores disminuyan su velocidad, siendo lo idóneo que inmovilicen su vehículo por completo.

Si el vehículo posee un cable de masa, de los utilizados para evitar la corriente estática y los molestos pequeños calambres al tocar el vehículo, será más seguro salir del vehículo porque significará que la tensión de la chapa se ha descargado a masa.

Aunque algunas marcas anuncian igual protección en coches descapotables, aunque de forma general los vehículos cabrio con capota no ofrecen la misma protección que uno cerrado frente a los rayos.

Si estamos en un núcleo urbano, la probabilidad de que nos alcance un rayo es prácticamente nula, por no decir imposible. En vías fuera de poblado, la probabilidad ya no es nula, se eleva, por lo que debemos situarnos en algún lugar donde no seamos la toma de tierra más probable para el camino de un rayo, es decir, no debemos ser el punto más alto. Si estacionamos al lado de un edificio que posea pararrayos, podremos estar tranquilos de que no caerá sobre nosotros el rayo.

Aunque el vehículo es el lugar más seguro, es importante recordar que no es una jaula de Faraday perfecta. Quizá el rayo encuentre camino hacia el interior del vehículo, por romper su estructura, ya que en él existe aire y éste es ionizable.

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