domingo, 21 de julio de 2013

CÓMO EVITAR AVERÍAS EN SU COCHE EN VERANO

El mayor número de desplazamientos y las altas temperaturas hacen que el verano sea una época propicia para la aparición de averías mecánicas en los automóviles, aunque con unos sencillos consejos de mantenimiento podemos reducir drásticamente las posibilidades de que nos toque a nosotros. Información facilitada por Autofácil.es.

La mayor parte de los conductores piensa que sus vehículos se 'comportan' igual y 'trabajan' en las mismas condiciones sea cual sea la época del año. Pero eso no es del todo cierto; de hecho, el verano -sobre todo en esos días en los que se superan los 35ºC- supone para el coche un enorme sobreesfuerzo. Una temperatura ambiente elevada hace que el motor pierda rendimiento, los neumáticos se desgasten hasta un 15% más, el sistema de refrigeración tenga que trabajar un 20% más, la pintura de la carrocería se muestre más 'vulnerable' y hasta los guarnecidos del interior tiendan a dilatarse, provocando ligeros desajustes.


Por todo ello, es muy probable que cualquier dispositivo de su automóvil que no esté en perfecto estado termine por romperse cuando tenga que soportar este mayor esfuerzo. Y la única manera de evitarlo es revisar el coche. Dicha revisión la podemos realizar nosotros mismos, sin acudir al servicio de terceros, o bien llevarlo al taller y dejarlo en manos de profesionales.

1.- Sistema de refrigeración

¿Qué se revisa? El nivel del depósito del líquido anticongelante que refrigera el motor.

¿Cómo revisarlo? Con el motor frío, compruebe que el nivel está entre el máximo y el mínimo. Después, abra el tapón del depósito: el refrigerante no debe estar turbio ni contener restos de aceite -debe ser verde, rosa o amarillo-.

¿Qué pasa si está bajo? Puede rellenarlo usted mismo con agua o anticongelante -una garrafa ronda los 10 euros-, pero es recomendable que acuda al taller: no es normal que el nivel descienda, por lo que si está muy bajo, puede haber una fuga -desde 60 euros- o el motor puede estar consumiendo líquido -repararlo le costará desde 500 euros; en este caso, también es muy probable que vea restos de aceite en el líquido-. Por otro lado, si el agua tiene óxido, puede deteriorar los conductos internos, el radiador, etc., generando otras fugas que terminen por provocar graves averías en el motor -más de 3.000 euros-.

2.- Líquido de frenos

¿Qué se revisa? El nivel del depósito del líquido de frenos, que es el que emplea la bomba de freno para accionar las pinzas y, así, presionar las pastillas contra los discos.

¿Cómo revisarlo? Observe si el nivel se encuentra entre el mínimo y el máximo y que no tiene más de dos años.

¿Qué pasa si está bajo? Puede rellenarlo con líquido de freno -un bote ronda los 20 euros-, pero es recomendable comprobar en un taller que no existe ninguna fuga -repararlo, desde 60 euros-; si se quedase sin líquido, el coche no frenaría. Por otro lado, a partir del segundo año, el deterioro que experimenta este líquido provoca que los frenos se fatiguen más.

3.- Líquido del limpiaparabrisas

¿Qué se revisa? El nivel del líquido del depósito del limpiaparabrisas; le permitirá limpiar la luna si, en marcha, se ensucia con barro, mosquitos...

¿Cómo revisarlo? Visualmente; asegúrese de que está lleno hasta el máximo.

¿Qué pasa si está mal? No podrá limpiar la luna en marcha si, por ejemplo, el vehículo que le precede le salpica barro, o si empieza a chispear y la luna está muy sucia. Rellénelo con agua y un bote de líquido para limpiaparabrisas -6 euros de media- o, en su defecto, con unas gotitas de alcohol de quemar o Cristasol.

4.- Aceite del motor

¿Qué se revisa? El nivel de aceite del motor.

¿Cómo revisarlo? En aproximadamente un 60% de los modelos actuales se puede comprobar el nivel de aceite a través del ordenador de a bordo de la instrumentación, y todos permiten hacerlo a través de la varilla que hay en el vano motor. Con el motor frío, sin que haya funcionado durante, al menos, media hora, y en un lugar llano, extraiga la varilla. A continuación, límpiela con un papel absorbente o un trapo y, después, vuelva a meterla hasta el fondo y sáquela de nuevo. La marca de aceite debe estar entre las muescas del máximo y del mínimo de la propia varilla -cuanto más cerca del máximo, mejor-.

¿Qué pasa si está mal? Es normal que el motor 'consuma' un poco de aceite, aunque no debería superar los 0,3 l/1.000 km. Si el nivel está por debajo del mínimo -en cuyo caso siempre le avisará la luz del cuadro de mandos-, el motor no estará bien lubricado y puede llegar a griparse -romperse, desde 3.000 euros-. Tampoco debe estar por encima: puede provocar graves averías por sobrepresión de aceite en el turbo -desde 700 euros- o en el propio motor -desde 500 euros-.

5.- Faros

¿Qué se revisa? Que todos los faros -cortas, largas...- y pilotos funcionan, y que no están sucios ni dañados.

¿Cómo revisarlos? Visualmente; con la ayuda de otra persona, vaya conectando todas las luces, comprobando que funcionan y se ven correctamente. Si está solo, puede poner su coche contra una pared para guiarse en función de los reflejos de la luz contra ella.

¿Qué pasa si están mal? Si hay alguna bombilla fundida, sustitúyala -en torno a 0,70 euros si es un bombilla de intermitente, por ejemplo, y unos 6 euros si es una lámpara halógena para las luces de corto o largo alcance-. Si es un faro de xenón, puede ocurrir que falle o que emita poca luz y con un tono amarillento; tendrá que acudir al taller para solucionarlo -no lo podrá manipular; desde 120 euros-. Por último, si los faros está sucios, límpielos por fuera con agua y jabón; y si su cristal está rayado o rajado puede hacer que se produzcan molestos destellos que afecten a otros conductores, por lo que debe sustuirlos -desde 60 euros-.

6.- Neumáticos

a) ¿Qué se revisa? Compruebe al menos una vez al mes la presión de los cuatro neumáticos de tu coche y cada seis meses, también la de repuesto.

¿Cómo revisarlos? Acuda a una gasolinera cercana -no más de unos cinco km- con los neumáticos fríos -es decir, que hayan pasado al menos cuatro horas desde la última vez que circuló el coche-. Consulte la presión recomendada para su coche ?viene especificada en el libro de usuario o en la pegatina que hay en la tapa del depósito o en el marco de una de las puertas?. Ajuste la presión -si es la de repuesto, ponga 0,5 bares más de la presión recomendada-.

¿Qué pasa si está mal? El riesgo de reventón aumenta hasta en un 60%, el consumo de carburante sube hasta en un 7%, las ruedas se desgastan hasta un 15% más y el comportamiento del coche empeora.

b) ¿Qué se revisa? El desgaste y estado de las ruedas.

¿Cómo revisarlo? Observe los testigos de desgaste, unos pequeños trozos de goma intercalados entre los surcos de la huella que tienen una altura de 1,6 mm: los tacos de la huella nunca deben llegar a su altura. Compruebe también que la rueda no presenta cortes profundos, desgastes irregulares o deformaciones.

¿Qué pasa si están en mal estado? Si están desgastados, el riesgo de sufrir aquaplaning -ocurre cuando el neumático no puede evacuar el agua que hay sobre el asfalto y comienza a 'flotar', pudiendo perder el control del vehículo- aumenta hasta en un 60%; si están dañados, podrías sufrir un reventón.

7.- Aire acondicionado

¿Qué es? Afecta al funcionamiento y eficacia del sistema de climatización en general, pues de él depende que el habitáculo esté a una temperatura adecuada y que, además, haya una correcta ventilación que evitará desde problemas con el empañado de los cristales si llueve a otros de tipo alérgico que le afectarán a usted.

a) ¿Qué se revisa? La temperatura. Consiste en comprobar que el aire sale suficientemente frío cuando conectamos el aire acondicionado.

¿Cómo revisarlo? Lo mejor es conectarlo a la temperatura más baja, colocar un termómetro digital en una de las salidas de aire y comprobar que el aire expulsado no sale a más de 5ºC.

¿Qué pasa si no enfría? Además de evitar que pase calor, el aire acondicionado es muy eficaz a la hora de desempañar los cristales cuando llueve. Si no enfría, lo más normal es que: 1.- Exista una fuga en el sistema y se haya quedado sin el gas que lleva el dispositivo en su interior -50 euros de media-. 2.- El compresor -el que hace circular el gas por el circuito del aire acondicionado- se haya averiado -desde 400 euros-. En ambos casos tendrá que ir al taller. También puede deberse a otros fallos en los propios mandos que regulan el sistema -desde 45 euros- o en alguno de los demás elementos del circuito del aire -desde 60 euros-.

b) ¿Qué se revisa? El caudal del aire. Se trata de comprobar que sale suficiente 'chorro' de aire por las salidas de ventilación del habitáculo.
¿Cómo revisarlo? Conecte las diferentes velocidades del sistema de climatización y vigile que el aire sale con normalidad.


¿Qué pasa si sale poco aire? El problema más habitual se debe a que el filtro del habitáculo se ha tupido por la suciedad y no permite el paso del aire. Para solucionarlo hay que sustituirlo -desde 15 euros si lo cambias usted mismo; o desde 25 euros si se lo hacen en un taller-.

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