En un momento en el que conseguir un
parque menos contaminante se alza como objetivo prioritario de las políticas
nacionales y europeas, el Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por
Arval, compañía de renting de BNP Paribas, revela que la flota de coches
corporativos redujo en más de un 15% sus emisiones de CO2 en los últimos cinco
años, al pasar de una media de más de 152 gramos por kilómetro en 2008 a 129 gramos
el año pasado.
De esta forma, el estudio -realizado
entre más de 4.800 gestores de flotas de pymes y grandes empresas para
determinar las tendencias actuales y futuras del vehículo de empresa- muestra
cómo el impulso del vehículo corporativo dentro del parque puede contribuir a
alcanzar más fácilmente las metas fijadas tanto por el Ejecutivo en su planes
de mejora de la calidad del aire como por la Unión Europea, que recientemente
establecía en 95 gramos por kilómetro el límite de emisiones para 2020.
Según el CVO, actualmente los
vehículos corporativos son los "eternos olvidados" de las políticas
orientadas al automóvil cuando deberían ser parte activa, por tratarse de
modelos jóvenes y eficientes, que pueden agilizar también el cumplimiento del
ambicioso objetivo marcado por la DGT para 2016 de reducir al 50% el porcentaje
del parque con siete años de edad o menos.
Dentro del parque corporativo, los
operadores de renting se alzan como los "más comprometidos con el medio
ambiente", ya que la tendencia a promover turismos de menor tamaño y
motorización entre las empresas para reducir los gastos del combustible ha
permitido rebajar los niveles de emisiones de esta flota en un 17% desde 2008,
situándolas en unos 125 gramos por kilómetro de media.
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