Alfa Romeo desvela los contenidos tecnológicos y los
secretos constructivos del nuevo ‘superdeportivo compacto’ que representa la
esencia deportiva propia del ‘ADN Alfa Romeo’: prestaciones y excelencia
técnica con el objetivo del máximo placer de conducción con la máxima seguridad
combinadas con un estilo impresionante.
El desarrollo del Alfa Romeo 4C se ha servido de los
mejores conocimientos técnico-industriales de las marcas Alfa Romeo y Maserati.
Gracias a las sinergias internas del Grupo Fiat - Chrysler, la cooperación
entre las dos marcas se ha desarrollado bajo un punto de vista de integración
entre las funciones de diseño de Alfa Romeo y las productivas de Maserati.
A
esto se añade la contribución técnica y tecnológica de otras empresas italianas
líderes a nivel mundial en el sector de los componentes para coches deportivos
de alta gama.
En particular, la factoría Maserati garantiza la máxima
calidad y una atención por los detalles a un nivel casi artesanal. Por otra
parte, la provincia de Módena es la tierra de los coches deportivos más famosos
donde se puede encontrar todo aquello necesario para producirlos: tradición,
tecnología y saber hacer. Pero, sobre todo, la pasión, la misma que anima al
equipo que ha diseñado y realizado el Alfa Romeo 4C.
Materiales de alta tecnología para una relación
peso/potencia de superdeportivo
• Contenidos y materiales extraordinarios se convierten
en un deseo realizable.
• La combinación más avanzada de materiales de alta
tecnología con características de rigidez y resistencia excepcionales unidas a un
peso específico muy contenido.
• Relación peso/potencia inferior a 4 kg/CV y peso total
en vacío de tan solo 895 kg.
• El monocasco en fibra de carbono pesa tan solo 65 kg.
El Alfa Romeo 4C es fruto de una hoja en blanco y de una
idea. O mejor, la hoja en blanco ha sido la premisa indispensable para la
concepción, el desarrollo y la realización de una nueva idea de automóvil
deportivo: el “superdeportivo asequible”. De hecho, el 4C ha sido diseñado para
ser un automóvil exclusivo en contenidos y prestaciones, pero también para
convertirse en un deseo realizable para los fans Alfa Romeo de todo el mundo.
Así pues, se ha tenido que pensar en términos de volúmenes productivos
contenidos, pero también del orden de algunos miles de vehículo al año y, por tanto,
bastante alejados de las producciones prácticamente artesanales típicas de este
segmento.
Así la hoja en blanco, en un primer momento libre de
restricciones productivas y de diseño, se ha rellenado enseguida con nuevos
parámetros, nuevos desafíos que afrontar. El primero está representado por un
dato de referencia imprescindible: un superdeportivo debe tener una relación
peso/potencia inferior a 4 kg/CV.
Para lograrlo, los ingenieros Alfa Romeo podían centrarse
en el número de caballos - tanta potencia, tantas prestaciones - pero esto se
traduciría en unos altos costes de adquisición y funcionamiento para un coche
que habría resultado considerablemente menos asequible. Así pues, han decidido
recorrer otro camino: la reducción del peso del vehículo escogiendo materiales
que combinan ligereza y eficiencia, y perfeccionando, incluso a veces creando,
procesos productivos donde se aplique alta tecnología y artesanía. De este
modo, se ha logrado un peso total en vacío de tan solo 895 kg: es un récord que
convierte al 4C en uno de los coches más ligeros del mundo - pesa bastante
menos que un coche urbano - y brinda una relación peso/potencia inferior a 4
kg/CV.
Para lograr el ambicioso desafío se ha trabajado mucho en
los materiales, escogiéndolos por su peso específico y sus propiedades
físico-químicas, mecánicas y tecnológicas que mejor responden a las exigencias
de prestaciones y comportamiento dinámico de un coche deportivo. Es así como
los 895 kg de peso están compuestos en su mayor parte por aluminio, acero, SMC
aligerado y fibra de carbono.
Fibra de carbono
El secreto de la ligereza y del comportamiento dinámico
del Alfa Romeo 4C reside en el 10% de carbono utilizado que, en todo el volumen
del 4C, representa nada menos que el 25%. En la actualidad, la fibra de carbono
es el material que asegura la mejor eficiencia entre peso y rigidez. Por esta
razón, se ha elegido para el monocasco con función estructural que constituye
la célula central portante del bastidor. Se trata de una solución adoptada por
los superdeportivos más avanzados, que combina ahorro de peso y prestaciones
excelentes: de hecho, el monocasco pesa tan solo 65 kg.
Diseñado en su totalidad por el equipo de especialistas
Alfa Romeo, el monocasco es producido por Adler Plastic mediante un proceso
productivo innovador que reúne las mejores tecnologías de realización con la
habilidad manual típica de los artesanos italianos. De este modo, ha sido
posible trasladar la tecnología ‘pre-preg’ derivada de la Fórmula 1 a la
producción en serie, convirtiendo a Alfa Romeo en la única marca en asegurar
una producción de más de 1.000 piezas al año.
La fibra de carbono ‘pre-preg’, mecanizada en bolsa de
vacío (vacuum bag) en autoclave, ha permitido pasar del diseño de la pieza al
diseño del material. El monocasco ha alcanzado así niveles de respuesta al
estrés y de comportamiento dinámico que resultarían impensables con la adopción
de otras tecnologías y otros materiales.
Las fibras de carbono pre-impregnadas pueden disponerse
en la dirección estructural óptima con respecto a las fuerzas, logrando un
resultado que un material metálico produciría solo con capas superpuestas,
espesores diferenciados y refuerzos añadidos.
Además, la polimerización en autoclave permite producir
en un proceso único estructuras con sección hueca que, por norma, se forman
mediante varios componentes, a menudo materiales diferentes, producidos y
ensamblados en varias fases. Por ejemplo, el montante de la puerta que, en la
versión de serie es de acero, está compuesto por unas 6 piezas unidas entre sí
y a la carrocería en varias fases del proceso productivo.
Con la polimerización en autoclave, el montante de la
puerta se convierte en un objeto único, incluido en la estructura portante.
De hecho, el monocasco de carbono es una sola pieza y
como tal reacciona a los esfuerzos exteriores, con ventajas evidentes en cuanto
a comportamiento dinámico.
Aluminio
La utilización de materiales de rigidez torsional elevada
y peso específico reducido caracterizan todas las partes estructurales del Alfa
Romeo 4C. Un ejemplo en este sentido es el uso de aluminio para la jaula de
refuerzo del techo y las estructuras delantera y trasera. Al igual que en el
caso anterior, para reducir el peso y aumentar la rigidez, se ha intervenido
tanto en el diseño de los componentes como en el proceso productivo. En
particular, los diseñadores han creado una nueva sección para los puntales que
reemplaza la tradicional sección rectangular: de este modo las estructuras son
más ligeras y al mismo tiempo más seguras. Además, se producen utilizando el
innovador proceso ‘Cobapress’ que combina las ventajas de la fusión con las del
forjado bajo prensa que comprime aún más la aleación de aluminio, eliminando
cualquier porosidad residual. Todo esto determina el aligeramiento del
componente con ventajas en sus propiedades mecánicas.
Por último, para la soldadura se utiliza el proceso de
hilo continuo con aporte en frío de metal que permite soldaduras muy precisas,
que no deforman los componentes y donde el relleno de los huecos es excelente.
El aluminio también es protagonista de los discos de
freno delanteros, de tipo híbrido con campana de aluminio y corona en fundición
de hierro. Se trata de una tecnología patentada por SHW que asegura hasta 2 kg
de reducción de peso por disco, además de mejorar la frenada. La sofisticada
tecnología de acabado superficial por cepillado también aumenta el agarre y la
sensación en el pedal, mientras que el innovador sistema de desvinculación del
disco y la campana garantiza una frenada más confortable y segura. De hecho, la
diferencia de dilatación térmica entre fundición de hierro y aluminio se
compensa mediante especiales pasadores radiales de acero que transmiten con
precisión la acción de frenado.
SMC (Sheet Moulding Compound)
Para la carrocería se ha utilizado el SMC (Sheet Moulding
Compound), un material compuesto de baja densidad y alta resistencia con el que
se ha logrado reducir el peso un 20% en comparación con la tradicional chapa de
acero. El Alfa Romeo 4C es el primer vehículo en serie con un porcentaje tan
alto de SMC de baja densidad: con tan solo 1,5 g/cm³ es un material
considerablemente más ligero que el acero (~7,8 g/cm³) y el aluminio (~2,7 g/cm³),
además de resultar más maleable. Esta característica ha permitido esa libertad
en cuanto a estilo y diseño necesaria para crear un auténtico Alfa Romeo,
reconocible a simple vista. Además es un material estable que, a diferencia del
aluminio, no se deforma en caso de pequeños golpes y resiste muy bien a los
productos químicos y agentes atmosféricos. Y dispersa muy bien el ruido, con
ventajas en el confort acústico.
Por último, el SMC de baja densidad asegura una notable
integración funcional de las partes, lo que a su vez implica una disminución de
componentes, operaciones y tiempos de ensamblado y, por tanto, de costes de
producción.
PUR-RIM (poliuretano inyectado)
El PUR-RIM (poliuretano inyectado) también se ha elegido
por las mismas razones descritas anteriormente para parachoques y guardabarros.
Se trata de un material ligero (un 20% menos comparado con el acero) apto para
crear elementos de diseño incluso muy complejos, como un guardabarros del 4C, y
con una relación óptima entre costes y volúmenes de producción.
Lunas
Para lograr el menor peso posible no se ha pasado por
alto ningún material, tampoco el cristal. En concreto, se ha logrado el
aligeramiento con un auténtico “adelgazamiento” del perfil: todas las lunas son
más delgadas, como media un 10% en comparación con las utilizadas habitualmente
en un vehículo, permitiendo así una reducción de peso como media del 15%. En
concreto, el parabrisas tiene tan solo 4 mm: es un resultado excepcional sobre
todo si se tiene en cuenta la forma especialmente aerodinámica, díficil de
obtener con un cristal tan fino.
Planta Maserati de Módena, la casa del nuevo
superdeportivo Alfa Romeo
• Desde los años 30 el taller del Tridente ha realizado
auténticas “obras de arte” de la ingeniería de automóviles, modelos para
carretera y de competición que se han convertido en leyenda.
• El 'tiempo de procesamiento’ mínimo es de 20 minutos
frente a los 50 segundos de las “factorías de producción en masa”.
• Nacen los Talleres 4C: para la producción del
superdeportivo se han equipado áreas específicas para las operaciones de
‘estructura/carrocería’ y ‘montaje’, mientras las zonas de ‘verificación’ y
‘acabado’ se comparten con la producción Maserati.
• Sala de metrología: más de 400 puntos de medición para
controlar la calidad de la carrocería.
• Todos los 4C producidos pasan un test en carretera de
40 km en manos de un experto piloto de pruebas.
Hacia el final de los años 30 todas las actividades
productivas de la marca del Tridente se trasladaron a la planta ubicada en el
Viale Ciro Menotti en Módena y en estos setenta años de dichas instalaciones
han salido auténticas “obras de arte” de la ingeniería de automóviles, modelos
de carretera y de competición que se han convertido en leyenda.
En los 10 últimos años han salido de estas cadenas de
montaje auténticas joyas de la técnica y del estilo - como el Quattroporte, el
Granturismo y el Grancabrio - y más recientemente el fascinante Alfa Romeo 8C:
ha sido la primera vez que la planta Maserati abrió sus puertas a otra marca,
particularmente afín al Tridente por tradición y ambición.
Considerado el transfondo histórico y reciente, Módena
resultó la elección natural del Grupo Fiat también para la producción en serie
del Alfa Romeo 4C, un automóvil fruto de la unión entre la más alta tecnología
y la clase de detalles minuciosos que solo la atención humana puede
proporcionar. Esta es una filosofía constructiva que forma parte del ADN de la
planta Maserati de Módena.
Aquí la innovación se combina en primer lugar con la
pasión de la personas, que a su vez se traduce en disciplina y determinación
para tener éxito. Y es la mano del operario la que añade valor al producto,
hasta el punto de que los modos operativos de esta planta se desvían de las
lógicas de la "producción en masa" a favor de una dimensión
decididamente más artesanal. Solo hay que pensar en que el 'tiempo de
procesamiento’ mínimo - la velocidad de producción necesaria para asegurar la
entrega - es de 20 minutos: un indicador para nos hace comprender la
peculiaridad de esta fábrica comparada con las "plantas de producción en
masa" en las que el 'tiempo de procesamiento' más corto es de unos 50
segundos.
Resulta ahora evidente el papel fundamental desempeñado
por el talento humano entendido como legado de competencias técnicas y de
maestría artesanal: todos son operarios expertos, mujeres y hombres muy jóvenes
- la edad media ronda los 29 años y el 60% está titulado - y con una
experiencia media de más de 5 años en los modelos Maserati. Se trata de una
auténtica élite de profesionales de la producción capaces de realizar
perfectamente su trabajo incluso en 40 estaciones diferentes y llevar a cabo
actividades de oscilan entre 20 y 40 minutos: en otras palabras, son mecánicos
‘altamente cualificados’ capaces de dominar el flujo productivo prácticamente
de inicio a fin.
Para la producción del superdeportivo Alfa Romeo se han
equipado los Talleres 4C, áreas específicas para las operaciones de
‘estructura/carrocería’ y ‘montaje’, mientras las zonas de ‘verificación’ y
‘acabado’ se comparten con la producción Maserati.
Área de ‘estructura/carrocería’
Aquí se ensambla la estructura primaria del 4C, creando
primero el “body in white” del vehículo y luego aplicándole las primeras
“chapas”. Concretamente, en la estación n? 10 de la cadena los encargados unen
el monocasco en carbono a los dos bastidores, delantero y trasero, y a los
travesaños. Es una operación manual que requiere un control continuo de la
conformidad de los parámetros, como por ejemplo el “par angular” de los
aprietes, que aseguran la unión permanente de los elementos conectados incluso
en las condiciones de funcionamiento más exigentes.
Un poco más allá, en la estación 30, se cierra la celda
del vehículo montando el marco del parabrisas y el techo: esta operación
resulta peculiar por las máscaras especiales que se utilizan para obtener la
geometría exacta de la célula del habitáculo. Asimismo, las uniones se realizan
con polímeros de vanguardia y se refuerzan con acoplamientos mecánicos.
Sala de metrología
Terminada la fase de estructura/carrocería, el “body in
white” del 4C afronta el control de calidad en la sala de metrología. Cada día
se seleccionan algunas carrocerías para someterlas a mediciones de altísima
precisión: basta pensar que el equipo dedicado controla más de 400 puntos de
medición para estar seguros de que la carrocería es perfecta a nivel geométrico
y dimensional. En este proceso, no hay lugar a la tolerancia: las mediciones
deben dar los resultados previstos en el proyecto.
Pintura y Montaje
La siguiente fase a la estructura/carrocería es la
pintura, el único proceso que se efectúa fuera de la planta Maserati. Tras ser pintadas,
los “body in white” regresan para ser desmantelados. Cabe destacar que el nuevo
superdeportivo compacto es el único automóvil que comienza su andadura de
montaje con una operación de ‘desmontaje’. De hecho, antes de ensamblar los
componentes internos en la estación n? 1, se regresa a la estructura primaria
del vehículo quitándole las “chapas” ya pintadas, como el capó y las puertas, y
partes estructurales como las estructuras traseras y la barra de conexión de
las cúpulas. Solo entonces se coloca en el gancho giratorio.
En esta zona, la profesionalidad del personal es lo más
importante de todo el proceso. Esta es la razón por la cual la estación de
trabajo y toda la logística se construyen y estructuran en torno al operario:
todos los componentes necesarios para producir el 4C llegan de las distintas
estaciones en la cantidad exacta, en el lugar exacto y en el momento oportuno.
Por ejemplo, en la estación 2 no se producen movimientos inútiles o
antinaturales: el vehículo se eleva o se gira para brindar siempre el lado de
las operaciones a la altura adecuada. Todo ello asegura calidad y permite al
personal aplicar a la perfección su habilidad manual.
También operaciones como el montaje de las lunas, que en
otros lugares son realizadas por robots, en la planta de Módena se confían a la
atención y cuidado de los operarios: esta también es una peculiaridad exclusiva
del proceso de producción del 4C. Y eso no es todo. Muchos de los subgrupos del
vehículo - por ejemplo faros y salpicadero - se ensamblan aquí en fábrica a
diferencia de lo que sucede en otras plantas industriales donde ya llegan
montados por los proveedores: todos estos aspectos influyen profundamente en la
calidad percibida y real del producto final.
Área de verificación, prueba en carretera y acabado
La verificación es la única fase del proceso productivo
confiada a la tecnología como un medio objetivo de evaluar la calidad de las
prestaciones. En particular, los sistemas controlan rigurosamente cada detalle
del vehículo: desde el óptimo funcionamiento del climatizador hasta la
regulación de los componentes mecánicos y hasta el comportamiento dinámico.
Superada el área de verificación, todos los 4C producidos
pasan un test en carretera de 40 km en manos de un experto piloto de pruebas.
Esta es otra práctica que suele utilizarse en los superdeportivos de mayor
prestigio. Cabe destacar que el equipo de pilotos de pruebas es una de las
joyas de la corona de la factoría: todos pilotos expertos, apasionados de la
conducción deportiva y de carreras, además de ser excelentes profesionales.
Llegamos así casi al término del flujo productivo del 4C
cuando los vehículos alcanzan el área de acabado donde se les somete a las
últimas operaciones de puesta a punto antes de pasar a la logística comercial
para ser enviados a los mercados.
4C: síntesis perfecta entre pasado y futuro de la marca
Alfa Romeo
• Diseñado por el Centro Stile Alfa Romeo, el 4C recuerda
inmediatamente algunos modelos emblemáticos de la tradición que dejaron una
huella importante en la historia de la marca y que ahora reviven en el nuevo
superdeportivo compacto: el “más Alfa entre los Alfa”.
• El Alfa Romeo 4C se comercializará en 2013 y marcará el
regreso de la marca italiana a los Estados Unidos, inaugurando el plan de
crecimiento global de Alfa Romeo.
El Alfa Romeo 4C se inspira en el glorioso pasado de la
marca, proyectando hacia el futuro los auténticos valores de Alfa Romeo: estilo
italiano, prestaciones y excelencia técnica con el objetivo del máximo placer
de conducción con total seguridad. De hecho, la sigla '4C' recuerda la gran
tradición deportiva de Alfa Romeo - las siglas 8C y 6C en los años 30 y 40
identificaban vehículos, de competición y de carretera, equipados con el
potente ‘ocho cilindros’ y el innovador ‘seis cilindros’, confirmando en su
proyecto y construcción el objetivo de una relación peso/potencia de auténtico
superdeportivo, inferior a 4 kg/CV, pero centrándose, más que en la potencia
máxima desarrollada, en la contención del peso para garantizar la máxima
agilidad y las mejores prestaciones.
Diseñado por los ingenieros de Alfa Romeo y producido en
la planta Maserati de Módena, el fascinante coupé de '2 plazas justas' emplea
tecnologías y materiales derivados del 8C Competizione - carbono, aluminio,
tracción trasera - y tecnologías propias de modelos Alfa Romeo comercializados
en la actualidad, pero profundamente evolucionadas para resaltar al máximo la
deportividad del nuevo automóvil. Lo demuestran el nuevo 1750 Turbo Gasolina
con inyección directa y bloque de aluminio, el sofisticado cambio automático de
doble embrague en seco "Alfa TCT" y el selector Alfa D.N.A. con el inédito
modo Race.
Una longitud de unos 4 metros y una distancia entre ejes
inferior a 2,4 metros resaltan por una parte las cualidades de compacidad del
vehículo y, por otra, acentúan sus características de agilidad. Además, la
excelente dinámica del Alfa Romeo 4C se confirma con una relación peso/potencia
inferior a 4 Kg/CV, es un valor de auténtico ‘superdeportivo’. Este coche se
declara Alfa hasta la médula, confirmando ese espíritu deportivo que en los
trayectos mixtos, o mejor aún, en los circuitos donde la velocidad y las
aceleraciones transversales resultan más comprometidas, transmite sensaciones
únicas al volante.
El “más Alfa entre los Alfa”
Diseñado por el Centro Stile Alfa Romeo, el 4C recuerda
inmediatamente algunos modelos emblemáticos de la tradición que dejaron una
huella importante en la historia de la marca y que ahora reviven en el nuevo
superdeportivo compacto: el “más Alfa entre los Alfa”.
Uno de los modelos de referencia en términos de
similitudes y de diseño ha sido seguramente el 33 Stradale de 1967,
elegantísimo con sus puertas de apertura vertical - quizá el más bello coupé de
todos los tiempos - un automóvil que reunía las extremas exigencias mecánicas y
funcionales con un estilo esencial que ‘vestía’ perfectamente el motor y el chasis
con tratamientos inconfundiblemente Alfa Romeo.
Esa misma búsqueda de lo esencial se ha aplicado para
realizar uno de los coches más ligeros del mundo. Una auténtica ‘carrera contra
el peso’ que ha llevado a la fórmula para combinar ‘ligereza y eficiencia’,
explorando nuevas soluciones y materiales, además de un meticuloso trabajo de
desarrollo relacionado con tecnologías muy avanzadas, en muchos casos derivadas
de la Fórmula 1 o de la aeronáutica.
El mismo binomio ‘Ligereza y Eficiencia’ ha dado vida a
algunos Alfa Romeo del pasado inolvidables como el 8C 2900 B Touring de 1938,
con carrocería toda de aluminio e inolvidable protagonista de Le Mans, o como
el 1900 C52 "Disco Volante" de 1952, un automóvil de 230 km/h que
pesaba tan solo 760 kg.
Con el fascinante 4C la marca Alfa Romeo también expresa
su interpretación de ‘Tecnología’ - al igual que el Giulietta de 2010, primer
vehículo en el mundo en desarrollar y adoptar la transmisión TCT - y de
‘Dinamismo’, una característica que evoca inmediatamente el 8C Competizione de
2007, el Alfa Romeo de carretera más veloz de la historia y producido en una
serie limitada de 500 unidades.
Hoy, estos valores - Ligereza y Eficiencia, Estilo
italiano, Tecnología y Dinamismo - toman forma en el nuevo Alfa Romeo 4C, un
deportivo sin compromisos, pero asequible, un superdeportivo tecnológico y
sensual que brinda precisión, agilidad y prestaciones. Resumiendo, un automóvil
para conducir y disfrutar - en carretera y en circuito - como tiene que serlo
un Alfa Romeo: también este es un rasgo distintivo de Alfa Romeo, una marca
centenaria que sigue siendo una de las más famosas y apreciada embajadora del
made in Italy en el mundo.
Producto símbolo de una marca global que afronta el
corazón del mercado Premium
Las primeras entregas del Alfa Romeo 4C en Europa están
previstas para la segunda mitad de septiembre 2013, la versión de Estados
Unidos se presentará en Los Ángeles en noviembre 2013 y las primeras entregas
están previstas para finales de año. Simultáneamente a la introducción en el
mercado norteamericano, el 4C se comercializará en todos los principales
mercados mundiales. Los precios de cada mercado se anunciarán en la
correspondiente fecha de comercialización y se adaptarán al escenario
competitivo. La disponibilidad anual del Alfa Romeo 4C en su conjunto se limita
a tan solo 3.500 unidades - 1.000 de ellas destinadas a Europa - debido a las limitaciones relacionadas con
las soluciones técnicas y tecnológicas adoptadas.
El 4C marca el inicio del plan de crecimiento global de
Alfa Romeo que, junto a futuros modelos, se presenta como una marca global que
competirá en el corazón del mercado Premium. Por esta razón, está desarrollando
sinergias con las marcas Premium del Grupo Fiat-Chrysler, en particular
Maserati, que añade la fuerza de su historia, de su capacidad de innovación y
de su renombre en todo el mundo. En este sentido, por tanto, el superdeportivo
4C es un producto-símbolo con un altísimo nivel de calidad y de refinamiento
tecnológico que encarna los valores más profundos de la marca Alfa Romeo.
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