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En Valencia los políticos no deben estar tranquilos
porque cuentan con un vigilante especial que vela para que no se libren de
pagar las multas de tráfico. Javier Sánchez controla los alrededores y ha hecho
suya esta particular cruzada para que los coches oficiales no cometan
infracciones.
Aparcar en una acera o en un lugar de carga y descarga
implica siempre sanciones económicas para los conductores que desobedecen estas
normas.
Su acción dificulta el tráfico y paso en las ciudades y a base de golpe
de talonario se está intentando que los ciudadanos interioricen estas reglas de
un modo en determinados lugares un tanto sangrante. Por ello, para lograr que
la justicia sea igual para todos, un ciudadano de Valencia se ha convertido en
todo un espía, para asegurarse de que esas normas y multas también las respetan
los políticos.
Su principal centro de atención y perímetro de vigilancia
lo ha establecido en torno a los coches oficiales. Ahí, es donde Javier Sánchez
se mueve como pez en el agua y gracias a ello ha logrado tanto instantáneas
como testimonios que muestran, cómo estos vehículos aprovechando su vía libre
para aparcar en zonas peatonales sin amenaza de sanción, lo hacen
tranquilamente aunque no se libren con ello de la reprimenda de este ciudadano.
na.
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