Tras convertirse en el primer mercado de automóviles a
nivel global en 2012, China está cerca de pinchar lo que muchos califican ya de
burbuja de los coches de lujo.
En el que ya es el segundo mercado de vehículos
premium del mundo, quien desea comprar un Audi o un BMW debe pagar hasta un 37%
más respecto al precio de los mercados occidentales.
Así lo revela una comparación realizada por el Wall
Street Journal entre los precios de las berlinas medias de las marcas de gama
alta alemanas. Según este diario económico, en China un Mercedes-Benz Clase C
parte desde un precio un 62% superior al de partida en Estados Unidos, mientras
que sus rivales en el segmento, los Audi A4 y BMW Serie 3 son un 54% y 76%,
respectivamente, más caros en el gigante asiático.
Eso sí, teniendo en cuenta que los coches chinos ya
incluyen los impuestos en el precio y los estadounidenses no, la diferencia de
coste cae a una media del 37% más respecto a Estados Unidos, mientras que la
diferencia frente al mercado español baja un poco más hasta una media del 25%
de diferencia.
¿Existe la burbuja del automóvil en China?
En cualquier caso, semejante fenómeno sólo se explica por
el notable ascenso del poder adquisitivo entre un número de consumidores chinos
cada vez mayor que no escatiman a la hora de comprar un coche que demuestre su
ponga de relieve su nuevo estatus social. Una tendencia que ha sido avalada en
los últimos años por el constante crecimiento en las ventas de automóviles en
este país.
Pero el 'chollo' para estas firmas de lujo parece cada
vez más cerca de su fin por varias razones. Por un lado, porque por primera vez
en muchos años las matriculaciones de coches empiezan a mostrar signos de
debilitación en el mercado chino, tras dos ejercicios creciendo con cifras de
un sólo dígito (2,45% en 2011 y 4,3 el pasado año). Por otra parte, los
esfuerzos del gobierno por apostar por potenciar la industria automovilística
china ya amenaza el negocio de Audi, BMW o Mercedes.
Además, a raíz del incesante surgir de nueva competencia
(local y de otros fabricantes foráneos como el estadounidense Lincoln) ya hay
quien se aventura a que estas marcas alemanas entren en un juego de
"guerra de precios" en un plazo no demasiado largo, en lo que sería
el pinchazo definitivo a esa burbuja del mercado de coches. "Las compañías
automovilísticas se podrían enfrentar a bajadas de precios del 10%",
anticipa Max Warburton, analista de la consultora global Bernstein.
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