.- Cinco millones de vehículos Audi equipados con el
sistema de tracción total quattro han salido de la cadena de montaje.
.- Más de 140 variantes con tracción quattro componen la
actual oferta de Audi.
AUDI AG ha celebrado un
acontecimiento muy especial: la salida de la línea de montaje del Audi número
cinco millones equipado con el sistema de tracción quattro, que corresponde a
un Audi A6 allroad 3.0 TDI blanco.
Este record es un testimonio del papel de
liderazgo desempeñado por la marca pionera en la tracción total. Ninguna marca
Premium en el mundo alcanza cifras de ventas tan elevadas en sus versiones con
tracción a las cuatro ruedas, ni ofrece una gama de modelos comparable, que en
el caso de Audi incluye más de 140 variantes quattro.
La tecnología quattro debutó en 1980 en el legendario
Audi quattro. En la actualidad, la marca de los cuatro aros ofrece la más
amplia gama de modelos con cuatro ruedas motrices: si se suman todos los tipos
de carrocería disponibles, motores y sistemas de transmisión, la oferta de
versiones con tracción quattro en Audi asciende a más de 140 posibilidades
diferentes. El Audi Q7, el R8, los A4 allroad y A6 allroad, así como todos los
modelos S y RS están disponibles exclusivamente con este sistema de tracción.
Audi ofrece la tracción quattro como opción en todas las demás gamas de
modelos.
Para Rupert Stadler, Presidente del Consejo de Dirección
de AUDI AG “quattro es uno de los pilares fundamentales de nuestra marca, y ha
sido un factor decisivo en nuestra exitosa historia. La tracción quattro hace
posible que nuestros clientes puedan experimentar directamente nuestro lema ‘A
la vanguardia de la técnica’. Estamos comprometidos con nuestro papel pionero y
continuaremos desarrollando este adelanto”.
Hoy en día quattro es más que una tecnología, es todo un
icono, sinónimo de deportividad y de seguridad incluso ante condiciones
adversas. El éxito de los modelos quattro en la carretera y en los deportes de
motor han contribuido a su engrandecimiento, sin olvidar la mítica serie de
anuncios de televisión, comenzando con el trampolín de saltos de esquí en
Kaipola, Finlandia, que el Audi 100 quattro CS subió en 1986.
En 2012, más de 43 por ciento de los clientes de Audi han
elegido un modelo con tracción quattro, lo que supone un nuevo récord para la
marca de los cuatro aros. El Audi Q5 encabeza la lista con cerca de 205.600
unidades. Pero no sólo los conductores de vehículos SUV escogen el sistema de
tracción total de la marca de los cuatro aros: en el resto de la gama, casi uno
de cada cuatro clientes seleccionaron un Audi con este sistema de tracción el
pasado año.
Los modelos quattro tienen una especial aceptación en los
Estados Unidos, Canadá, Rusia y en los mercados de Oriente Medio. Las
estadísticas de 2012 también revelan casi 99.800 nuevos usuarios para los
modelos Audi con tracción quattro en Alemania.
Y quattro también es especialmente importante para la
planta de Neckarsulm, donde se fabricó el pasado 25 de febrero el coche récord
de la línea de montaje, que totaliza cinco millones de unidades producidas con
tracción quattro. Actualmente, más de la mitad de los automóviles Audi
producidos en Neckarsulm cuentan con tracción total.
La superioridad del sistema quattro de Audi en
competición se demostró desde sus inicios en el Mundial de Rallyes. El dominio
siguió posteriormente en el paso de la marca de los cuatro aros a los
circuitos, hasta el punto de que durante un tiempo, las autoridades europeas en
automovilismo prohibieron esta tecnología. El balance de la tracción quattro de
Audi en competición incluye cuatro títulos en el Campeonato del Mundo de Rallyes,
tres victorias en el Pikes Peak, una victoria en el campeonato TransAm, dos
títulos DTM, un campeonato mundial de turismos y once campeonatos nacionales en
esta misma especialidad.
El pasado año, en las 24 Horas de Lemans, el Audi R18
e-tron quattro con tecnología híbrida y tracción a las cuatro ruedas escribió
un nuevo capítulo en la historia de la marca y de la tracción quattro,
celebrando una doble victoria deslumbrante.
Audi quattro: la tecnología
En su actual gama, Audi ofrece con la tracción quattro
una solución tecnológica personalizada y adecuada a las características de cada
modelo.
Para el compacto A3 y los modelos Q3 y TT con el motor
instalado transversalmente, Audi utiliza el sistema de tracción quattro con un
embrague multidiscos de accionamiento hidráulico con control electrónico. En
condiciones normales, el embrague envía potencia casi exclusivamente a las
ruedas delanteras, reduciendo así las pérdidas por fricción para mejorar el
consumo. Pero cuando se producen pérdidas de adherencia, el sistema reparte la
fuerza del motor de forma que se puede dirigir hasta el cien por cien a la
parte trasera.
El diferencial central que se utiliza en la mayoría de
los modelos de Audi con motor situado longitudinalmente es un sistema mecánico
que combina las ventajas de un diferencial Torsen y un engranaje planetario.
Permite un reparto desigual de la fuerza en los ejes de salida –normalmente un
40 por ciento para el eje delantero y un 60 para el trasero–, pero si es
necesario el reparto se puede variar de forma para que el vehículo pueda
superar situaciones de baja adherencia sin que intervenga el control de
estabilidad.
En algunos modelos, el diferencial deportivo eleva aún
más la dinámica de conducción al ser capaz de redistribuir la fuerza del motor
de forma continua e instantánea entre cada rueda en el eje posterior, para lo
cual utiliza dos embragues multidisco –uno en cada semieje– situados a la
salida del diferencial trasero.
Los modelos más dinámicos de Audi cuentan con el
diferencial central de corona, que se estrenó en el RS 5. Más ligero y más
rápido, este sistema permite repartir la potencia del motor a cada eje de forma
asimétrica, y en caso necesario puede ejercer un efecto autoblocante que envía
de forma instantánea la mayor parte de la potencia –con un límite máximo
prefijado en cada eje, según el modelo de que se trate– al eje con menor
capacidad de tracción. Si es necesario, hasta un 85 por ciento del par puede
desviarse a la parte delantera, y un máximo del 70 por ciento al eje trasero.
Al igual que sucede con el diferencial central convencional, el diferencial de
corona también puede combinarse con el diferencial deportivo.
El Audi R8 con motor central cuenta con una solución a
medida. Un acoplamiento viscoso que conecta los dos ejes mediante un árbol de
transmisión que pasa a través del cárter del motor permite variar el reparto
inicial del 85 por ciento de la fuerza para el eje trasero y el 15 por ciento
para el delantero hasta un 30 por ciento en este último, si las condiciones lo
requieren.
Con la llegada de nuevos sistemas de propulsión, como los
vehículos híbridos o eléctricos, se abre un nuevo campo de actuación. La marca
de los cuatro aros ya trabaja con una tecnología de tracción total que no
utiliza diferenciales de ningún tipo para controlar la fuerza que cada rueda
transmite al asfalto. El prototipo en fase de pruebas, con cuatro motores eléctricos
–uno en cada rueda– puede distribuir la fuerza motriz de forma variable,
integrando e incluso ampliando todas las ventajas de la tecnología quattro, al
permitir controlar la tracción de forma selectiva y totalmente independiente en
cada una de las ruedas del vehículo.
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