El 31 por ciento de los jóvenes
conductores españoles, menores de 25 años, reconoce que en alguna ocasión ha
envidado mensajes de texto, utilizado aplicaciones de mensajería instantánea o
consultado sus correo electrónicos mientras conducía, según un estudio de Goodyear
realizado entre jóvenes europeos sobre los riesgos de la nueva generación
online.
Además, el 26 por ciento de los
jóvenes conductores españoles admite que, a pesar de estar prohibido, alguna
vez ha hablado por teléfono al volante sin usar manos libres. Pese a lo
llamativo de este porcentaje, lo cierto es que comparado con los otros quince
países que componen el estudio, los jóvenes españoles no quedan en mal lugar.
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De hecho, están en el grupo de
los que menos usan el teléfono para mirar el correo o mandar mensajes junto con
los alemanes y británicos (29% y 14% de uso, respectivamente). Mientras, el 65
por ciento de los jóvenes sudafricanos, el 56 por ciento de los turcos y el 55
por ciento de los suecos reconocen abiertamente que escriben mensajes mientras
conducen. De media, el 41 por ciento de los 6.400 jóvenes entrevistados
admitían que hacían este uso del móvil al volante.
Todavía es mayor el porcentaje de
los que reconocen que hablan por teléfono sin usar auriculares ni manos libres
mientras conduce, el 44 por ciento lo admite. Los suecos y los rusos son los
que cometen más infracciones, con un 70 por ciento, y los conductores
sudafricanos (61%) y turcos (60%) no muy por detrás. El Reino Unido, España y
los Países Bajos, con el 15 por ciento, 26 por ciento y 27 por ciento
respectivamente, son quienes usan menos sus teléfonos al volante, lo que parece
demostrar que una imposición más estricta de la ley puede resultar eficaz,
según el estudio de Goodyear.
Contrariamente a la creencia
popular, el trabajo destaca que cerebro es incapaz de concentrarse en varias
tareas simultáneamente, sino sólo de realizarlas de forma secuencial y cambiar
de una a otra con rapidez. La zona del lóbulo frontal del cerebro, relacionada
con la atención y la concentración, se satura con facilidad cuando los
conductores realizan numerosas tareas a la vez, lo que pone en grave peligro
tanto su seguridad como la de otros usuarios de la vía.
La distracción provocada por
realizar otras tareas mientras conducen es conocida por los expertos como
ceguera por inatención, que hace que miremos a los objetos, pero sencillamente
no los veamos cuando estamos hablando por teléfono. El mundo online moderno
ofrece sin duda demasiadas distracciones para los jóvenes conductores, lo que
reduce considerablemente su capacidad para concentrarse al volante, explica el
presidente de la Federación Europea de Autoescuelas (EFA), Gerhard von
Bressensdorf.
Conducir requiere un 100% de
nuestra concentración y atención. Por eso, los jóvenes deben dejar a un lado
los teléfonos y otras distracciones si quieren conducir de forma segura y
responsable, continúa.
DISTRACCIONES NO SÓLO DIGITALES
Aunque las nuevas tecnologías sin
duda suponen un tipo particular de distracción, las actividades más
tradicionales siguen atrayendo la atención de los jóvenes al volante. Un 58 por
ciento bebe refrescos y un 45 por ciento come ocasionalmente mientras conduce,
y algunos jóvenes conductores consideran seguramente sus coches como una
extensión de su lavabo y espejo, pues el 14 por ciento admite haberse puesto
maquillaje, arreglado el pelo o afeitado mientras conducía.
Hasta aquí lo que reconocen los
propios conductores, pero cuando se les pregunta sobre el comportamiento de sus
amigos el porcentaje aumenta, ya que los jóvenes son más propensos a admitir
los malos comportamientos al volante en sus amigos y compañeros que en ellos
mismos.
El 68 por ciento ha visto a sus
amigos hablando por teléfono mientras conducían y un 62 por ciento los ha visto
escribir mensajes, correos electrónicos o navegar por Internet. Los rusos y
sudafricanos son más dados a informar de este comportamiento en sus compañeros
(83% y 82%) mientras que los jóvenes británicos son los que menos (37%).
Parece que los turcos son muy
propensos a utilizar smartphones para escribir mensajes, correo electrónico o
navegar, pues un 78 por ciento de personas asegura que ha visto a sus amigos
adoptar este tipo de comportamiento. Los jóvenes turcos también son muy dados a
ponerse maquillaje, arreglarse el pelo o afeitarse mientras conducen (57%),
mientras que los británicos, más respetuosos con la ley, los que menos con sólo
el 20 por ciento.
Una cuarta parte de los jóvenes
también indica haber visto a sus amigos leer el periódico mientras conducen y
un 24 por ciento haber visto a sus amigos cambiarse de ropa.
El estudio ha sido realizado por
IPSOS a petición de Goodyear EMEA con el objetivo de hacer entender mejor a los
conductores jóvenes y noveles aspectos relacionados con la seguridad vial, sus
creencias y prácticas. Un total de 6.400 personas fueron entrevistadas con unas
400 entrevistas por país. Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca,
Francia, Alemania, Italia, Holanda, Polonia, Rusia, España, Suecia, Suiza,
Sudáfrica, Turquía y Reino Unido.
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