La crisis por la que pasa la automoción en estos momentos
en Europa afectada a todo el corpus de marcas que operan en el continente, pero
dos son, sobre todo, las que pueden llevar a buena parte del sector a la ruina:
las situaciones de depresión de PSA Peugeot Citroën y Fiat podrían acabar con
más de medio millón de empleos en el Viejo Continente.
Porque por cada despido de un fabricante se pierden otros
cinco empleos en otros agentes del sector, como los proveedores de componentes.
De este modo, si se confirman los planes de recortes de franceses e italianos,
ese medio millón de trabajadores despedidos en todo el sector supondría elevar
la cifra de nuevos parados desde que comenzara la crisis en 2007 a 800.000, en
lo que constituiría una tasa de desempleo del 11,2% en la zona euro.
Un importante número de analistas y expertos coinciden en
señalar el principal problema de estas compañías: el exceso de producción. Con
alrededor del 30% de la industria desaprovechada, "el exceso de capacidad
es el principal problema. Las decrecientes ventas están matando a estas
compañías", asegura Ian Fletcher, analista de IHS Automitve. Tal es la
principal causa de los despidos masivos que se esperan a medio plazo:
"vamos a ver una reducción de cerca de medio millón de puestos de trabajo
a finales del próximo año en Europa", afirma rotundo Lars Holmqvist, ex
presidente de la asociación de proveedores europeos.
Por ello, las medidas no se han hecho esperar. Fiat
comunicaba ayer su decisión de suspender su inversión en Italia como respuesta
a la caída de la demanda y de centrarse temporalmente en la reducción de
costes. El propio Sergio Marchionne, consejero delegado del grupo italiano, ha
advertido de que, tras los resultados del tercer trimestre, tomará la decisión
de reestructurar la compañía en Europa, incluyendo el eventual cierre de
plantas. Por su parte, Peugeot, el segundo fabricante más grande de Europa, ya
ha confirmado que recortará más de 14.000 puestos de trabajo y planea el cierre
de una de sus plantas en París.
Al final, si hay un colectivo más perjudicado que ningún
otro, ése es el de los trabajadores temporales: representan un millón y medio
de los siete millones de empleados del sector en Europa y las empresas se
escudan en las débiles uniones contractuales que les unen a ellos para
flexibilizar los despidos. Un ilustrativo ejemplo de esto lo constituye el
fabricante de camiones MAN, que recientemente ha despedido a 900 de estos
trabajadores; o Peugeot, que también se ha deshecho de 650 empleados
temporales.
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