Lanzado en 1989 y coronado Coche del Año en Europa en 1990, pocos automóviles cuentan con un legado tan importante en nuestros días como el Citroën XM, un auténtico precursor en campos como el confort, la electrónica, el diseño o, incluso, la iluminación. .
A bordo del Citroën XM, la suspensión hidroneumática, una innovación “Made in Citroën” entra en la era de la electrónica para convertirse en la suspensión hidractiva, adaptando aún más su comportamiento y su confort al estado de la carretera.
En 1994, además de someterse a retoques estéticos, el Citroën XM se introduce aún más en el mundo de la electrónica con la tecnología del multiplexado, que simplifica y unifica la instalación eléctrica del automóvil y digitaliza los datos, dando los primeros pasos de una revolución. tecnológica que seguimos disfrutando hoy.