En 1998 dejaron de
comercializarse dos modelos que significaron mucho para Citroën en las últimas
décadas del siglo XX. Si el Citroën AX, lanzado en 1986, fue un precursor en
materia de eficiencia y vocación ecológica, el Citroën ZX supuso el regreso de
la marca a la competición de máximo nivel y al segmento más popular del mercado
europeo del automóvil.
Pensado para sustituir al
Citroën Visa y a todo un mito como el Citroën 2CV, el AX cumplió con creces sus
objetivos, con más de 2.400.000 vehículos producidos.