Los efectos de la crisis siguen ofreciendo muchas
ventajas a quienes busquen comprar automóviles usados, de lujo y populares, a
buen precio.
Tras las subastas de coches oficiales llevadas a cabo por Hacienda
para reducir la flota de la Administración, llegan las de coches embargados a
empresas en situación concursal.