La
araña de saco amarillo, como se conoce a esta especie de nombre científico casi
impronunciable (Cheiracanthium punctorium), es una singular especie arácnida
originaria del continente americano que se siente atraída por el olor de la
gasolina. Y por culpa de este instinto más de 40.000 Mazda6 fabricados entre
2010 y 2012 (generación anterior al actual) en Estados Unidos se están viendo
afectados por su acción con riesgo, incluso, llegado el caso extremo, de
generar un incendio en su interior.
Ayudadas
por un diseño del tanque de combustible que les permite acceder al interior de
un modo sencillo, estas arañas tejen sus telas en el sistema de alimentación y
ventilación produciendo una restricción del flujo de combustible que, a su vez,
puede reducir la presión enla limpieza de vapores. Ello provoca la posibilidad
de que las paredes del propio depósito se agrieten y se generen fugas de
combustible con riesgo de incendio, según denuncia la autoridad de seguridad
vial en EEUU (NHTSA).