Un ejemplo ya clásico es el
de cómo un coche pierde valor nada más matricularlo y tras sacarlo del
concesionario, puesto tras ese momento ya vale un 18% menos. Por eso, y con el
añadido de la crisis y la falta de crédito, muchos conductores encuentran en el
mercado de ocasión una compra más asequible para sus bolsillos.Vehículos usados
que pierden valor a medida que aumentan su antigüedad.