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sábado, 11 de agosto de 2012

EL VEHÍCULO, EL CONDUCTOR Y LA VÍA


 Al igual que se tienen en cuenta las fechas y el destino, es importante planificar los viajes. Son de sobra conocidos los tres factores que influyen en la conducción: el vehículo, el conductor y la vía. Vamos a centrarnos en los dos primeros, que son los que dependen directamente del conductor.

El vehículo

En primer lugar, es necesario un buen mantenimiento de los elementos del vehículo, especialmente de los neumáticos, ya que son los protagonistas de un 60% de los accidentes imputables a un fallo mecánico. Además, es muy importante realizar una revisión previa de los elementos de seguridad pasiva, como son los cinturones de seguridad, apoyacabezas, sillas para niños, ESP, etc., ya que, aunque pasan desapercibidos por los conductores y ocupantes, su estado juega un papel fundamental en la conducción.
Algunos consejos relacionados con el mantenimiento mecánico, a tener en cuenta antes de ponerse en marcha y durante los desplazamientos:

1.     Comprobar el nivel de aceite con el motor frío y en terreno llano y horizontal. Si está por debajo del mínimo, no se debe comenzar el viaje, sino añadir aceite y acudir a un taller para localizar la causa de la pérdida. Además, es conveniente sustituir periódicamente el aceite según indique el fabricante:

·       Mineral: 5.000 – 7.500 km.
·       Semisintético: 8.000 – 12.000 km.
·       Sintético: 20.000 – 30.000 km.

2.     El nivel de líquido refrigerante debe estar entre el mínimo y el máximo. Si es necesario reponerlo, el vehículo debe estar completamente frío y bajo ningún concepto se debe añadir agua del grifo. Siempre líquido refrigerante, que habrá que sustituir cada 2 ó 3 años.

3.     Hay que comprobar que funcionan todos los dispositivos de alumbrado. Revisar las luces de cruce, que deben estar lo más altas posible, pero sin deslumbrar al resto de los usuarios. Conviene recordar que, de noche, se debe circular a una velocidad que permita detenerse dentro de la zona iluminada. Existen lámparas halógenas que mejoran la visibilidad respecto a las estándar.

4.     Si fuera posible, no hay que abrir el depósito del líquido de frenos para comprobar el nivel. Cada vez que se hace, el líquido absorbe humedad y pierde cualidades. Si se advierte que el nivel está por debajo del mínimo, no se debe circular, sino llamar a una grúa y acudir a un taller. El líquido de frenos debe sustituirse cada 2 ó 3 años.

5.     Si el filtro de aire está sucio no permite una aspiración correcta del aire de la calle y produce una combustión incompleta o deficiente. Esto se traduce en: menos potencia, más humo negro, más contaminación y problemas con el catalizador, válvula EGR, etc. Conviene sustituirlo cada 10.000-12.000 km, salvo que se circule por ciudades con mucha polución o caminos de tierra, en cuyo caso es preferible hacerlo antes.

6.     Revisar la presión del aire cada 15-30 días, y con los neumáticos fríos. Un neumático bajo de presión incrementa su temperatura y puede llegar a reventar. Hay que comprobar también que se tienen 1,6 mm de profundidad mínima en los surcos de la banda de rodadura. De lo contrario, el agarre será más débil y el aquaplaning aparecerá antes.

El conductor

Los errores más comunes de los conductores tienen como origen, en un 80% de los casos, el desconocimiento de la norma, o bien, un mal conocimiento de la misma. También existen las denominadas, coloquialmente, normas informales o jerga entre conductores, que poco a poco van transformándose en axiomas intocables en el cerebro de los conductores. En la mayoría de los casos, el conductor está equivocado pensando que la norma es de una y otra manera, y acaba decidiendo de forma incorrecta, sin saberlo.

Algunos consejos de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) para un correcto comportamiento de los conductores para los próximos desplazamientos son:

1.     Respetar los límites de velocidad. Uno de cada tres accidentes de tráfico se produce por velocidad inadecuada. Aunque se tenga la percepción de que se puede circular a más velocidad con seguridad, el conductor solo se dará cuenta de su error cuando pierda el control del vehículo. Conviene recordar que las motos y los turismos pueden rebasar en 20 km/h para adelantar, pero sólo en carreteras convencionales.

2.     A la hora de circular, conviene evitar las horas centrales del día por el calor, es decir, de 14:00h a 16:00h. Conducir un vehículo con una temperatura interior de 35-40ºC es tan peligroso como hacerlo con una tasa de alcoholemia de 0,5-0,8 g/l. También conviene evitar conducir en horas de mayor incidencia de somnolencia y fatiga, de 03:00h a 05:00h.

3.     El asiento debe estar bien situado, algo inclinado hacia atrás, pero no mucho. Hay que evitar una posición muy vertical o muy tumbada. Esta última favorece el “efecto submarino”.

4.     Tanto el conductor como el resto de ocupantes del vehículo deben hacer siempre uso del cinturón de seguridad. Además, el reposacabezas debe estar bien situado, entre la parte alta de la cabeza y, cuanto más cerca, mejor.

5.     Los niños de hasta 12 años deben estar perfectamente sujetos a los asientos del vehículo. Cada Sistema de Retención Infantil está diseñado para unas edades, pesos y tamaños determinados. En caso de duda entre varios, se debe elegir en función del peso del niño. La colocación de un SRI en el asiento del copiloto implica que el airbag debe estar desconectado.

6.     El dispositivo GPS no debe obstaculizar la visión del conductor. Colocarlo en medio del parabrisas, como generalmente se hace, además de incómodo porque quita visión, está prohibido. Se debe programar antes de iniciar el viaje y nunca manipularlo una vez en marcha. Esto mismo ocurre con el teléfono móvil, que conviene poner en silencio y guardarlo en un lugar donde no llame la atención.

Por último, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) recuerda algunas normas que, por normal general, no se recuerdan o se recuerdan mal:

1.     R-305. Prohibido adelantar → Aunque la vía sea de sentido único, salvo que se adelante a motocicletas de dos ruedas y siempre que no se invada el sentido contrario.

2.     Glorietas → La normativa a aplicar es igual que para una vía de sentido único que sólo posee salidas por el carril derecho.


3.     Alumbrado → Luz de posición y cruce entre el ocaso y la salida del sol. Las luces de carretera deben emplearse en carreteras convencionales, si se circula a más de 40 km/h y no se deslumbra. Las luces antiniebla deben utilizarse adecuándolas a las condiciones climatológicas.

4.     Distancia de seguridad → La separación con el vehículo que precede deber permitir al conductor detenerse en caso de frenado brusco.

5.     Alcoholemia → La única tasa de alcoholemia segura es la que es nula. La tasa máxima permitida para circular es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, o bien, 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

6.     Velocidades máximas → Para furgonetas y furgones es de 90 km/h en autopistas o autovías, y no de 120 km/h.


martes, 24 de julio de 2012

Autoescuelas aconsejan ante un accidente llamar cuanto antes al 112, tapar a los heridos y no moverlos


La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha lanzado una guía de primeros auxilios en carretera para saber actuar ante accidentes, que subraya la importancia de seguir el orden de actuación PAS (proteger, alertar, socorrer) que establece que el auxiliador debe ponerse el chaleco reflectante, proteger la seguridad del lugar, llamar al 112 y estar junto a las víctimas del accidente, taparlas para mantener el calor corporal y no moverlas "bajo ningún concepto".



Así, la guía señala como "fundamental" que el auxiliador no se exponga a ningún peligro a la hora de actuar. Para ello, debe detenerse en cuanto sea posible, inmovilizar el vehículo de forma adecuada, ponerse el chaleco reflectante antes de bajar del vehículo y no invadir la calzada.

A continuación, indica que es prioritario restablecer o mantener la seguridad de la circulación, mediante la inmovilización del vehículo accidentado fuera de la calzada y de la parte transitable del arcén siempre que sea posible. También estima conveniente parar el motor y cortar el encendido, y colocar los triángulos de preseñalización de peligro a 50 metros como mínimo, visibles desde 100 metros como mínimo, uno por delante y otro por detrás del obstáculo.

No obstante, advierte de que hay que evitar modificar el estado de las cosas y las pruebas que puedan ser útiles para determinar la responsabilidad del accidente, "salvo que el no hacerlo perjudique la seguridad de los heridos o de la circulación". Además, añade que, si hay alguna persona muerta o herida grave no se debe modificar nada.

QUÉ INFORMACIÓN DAR AL 112.

La guía indica que, inmediatamente después de haber establecido la seguridad del lugar del accidente, hay que avisar a los servicios de emergencia a través del 112 para recabar cuanto antes auxilio sanitario especializado y alerta de que la supervivencia del herido depende de la rapidez con la que se realice la llamada y de la información que se facilite a través de ella.

En dicha información debe constar, según explica, el teléfono de contacto, la localización del lugar del accidente, el número de heridos y la gravedad de los mismos, las características y número de vehículos implicados así como circunstancias especiales pudieran ser relevantes.

Finalmente, para socorrer a las víctimas, la guía recomienda intentar acceder hasta la proximidad de las víctimas para valorar el estado de consciencia del accidentado, su respiración y si tiene circulación sanguínea, y permanecer junto a ellas en todo momento explicándoles que la ayuda sanitaria ya está en camino.

Además, remarca que "bajo ningún concepto" se debe sacar a los heridos del vehículo ni moverlos, salvo que sea totalmente necesario --como en el caso de riesgo de incendio--. En este caso, precisa que se les debería mover entre varios auxiliadores como si se tratara de un bloque rígido, manteniendo aliado siempre el eje cabeza-cuello-tronco del herido.

Asimismo, señala que el transporte de heridos a un hospital debe hacerse en vehículos especialmente destinados para tal fin y por personal profesional y que sólo en casos excepcionales se deberá trasladar al herido en vehículo particular, en cuyo caso debe hacerse a velocidad moderada y respetando todas las normas de circulación.

LO QUE NO SE DEBE HACER.

Concretamente, apunta que lo que no se debe de hacer a la hora de socorrer a un herido es: Darle de beber, ni siquiera agua; retirar el casco a un motorista, a no ser que se conozcan las técnicas de extracción y sea necesario; o darle medicamentos, aplicar pomadas, cremas u otros productos en heridas o quemaduras.

Por el contrario, subraya que lo que es imprescindible es: Hacer una valoración rápida de la situación de los heridos; actuar con rapidez pero con serenidad; prestar auxilio a los heridos según las circunstancias y gravedad de los mismos y no en función del que más ayuda reclame o más grite; y dirigir la atención y ayuda, en primer lugar, hacia las víctimas inconscientes o con dificultades respiratorias graves o con hemorragias masivas.

Igualmente, recomienda proteger el cuello de los heridos en todo momento de movimientos bruscos; aflojar las prendas y ropas que puedan oprimir el cuello y las vías respiratorias; tapar a los heridos incluso en verano, para que no pierdan calor corporal; y evitar que los heridos anden.