Una
refrigeración insuficiente, el mayor consumo de carburante o los malos olores
son algunos de los indicios de que el aire acondicionado del vehículo no
funciona bien, según una nota explicativa remitida por el proveedor de
productos de automoción Hella.
Hella
explica que un aire acondicionado en mal estado hace que el compresor se ponga
en marcha muy a menudo y durante más tiempo, lo que redunda en un mayor consumo
de combustible.