Los radares no entienden de comprensión o pena y fieles a
su cometido, han dado caza a un coche fúnebre que circulaba con demasiada
prisa, lejos de lo esperado dadas las tristes circunstancias y cuya excesiva
velocidad le ha valido una multa de tráfico de 600 euros.
La costumbre de captar vehículos que sobrepasan con mucho
los límites de velocidad, no es nada nuevo para los radares que invaden
nuestras carreteras españolas, sin embargo cuando el vehículo infractor es un
coche fúnebre que circula a 199 km/h en una zona cuyo máximo de velocidad está
establecido en 120 km/h, como en otras vías de alta capacidad, la sorpresa de
la fotografía es mayúscula.
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