Cuando en junio presentamos
el nuevo Mazda3 en un evento celebrado simultáneamente en cinco ciudades —
Londres, Estambul, San Petersburgo, Melbourne y Nueva York— hubo un consenso
muy claro, expresado en voz alta: Mazda lo había conseguido otra vez. El lanzamiento
del modelo, que coincidió con el décimo aniversario del primer Mazda3 que salió
de la línea de producción en Japón, también sirvió para confirmar que, a veces,
romper con lo establecido funciona.