Un grupo de alumnos de la IQS School of management de Barcelona
ha desarrollado Eye 2 You, un dispositivo de software que detecta la fatiga a
través de la cara, lo que ayudará a reducir el número de accidentes de
tráfico causados por cansancio en los conductores, que provocan el 30 % de las muertes en
carretera.
El
sistema se basa en dos cámaras (una óptica y otra térmica) instaladas en el
espejo retrovisor del vehículo, que constantemente controlan el rostro del
conductor en busca de síntomas de fatiga, somnolencia o distracción, junto con
dos sensores, un detector de dióxido de carbono y otro de temperatura, ha
informado hoy la IQS School por medio de una nota de prensa.
Eye 2
You detecta los síntomas de fatiga que causan la desatención al volante, y evalúa si ese tiempo de distracción puede
resultar peligroso en función de la distancia recorrida y de la velocidad a la
que se circula.
Si esto
sucede, automáticamente pone en marcha una serie de procesos (pitidos en el
interior, reducción de la velocidad, endurecimiento del volante, activación de
los cuatro intermitentes, entre otros) para advertir al conductor de su falta de
atención al volante y, al resto de conductores que circulen junte a él, de que
se está produciendo una situación anómala en ese vehículo.
Además, en
el caso de detectarse una elevada concentración de dióxido de carbono o
temperatura se abren automáticamente las ventanillas y se avisa al conductor, con el fin de
renovar el aire viciado.
El dispositivo ha
sido desarrollado por Nil Barnosell, Manuel Sanz y Ricard Viloca, estudiantes de la IQS School of
Management como proyecto de final de licenciatura, y que han contado con el
apoyo de sus tutores José Luis Diloy y Harold Torrez.
Actualmente, la
siniestralidad vial en las carreteras españolas causa unas 125.000 víctimas
anuales y cerca de 2.000 fallecimientos, de los que el 30 % son provocados por
fatiga y somnolencia, según datos del RACE.
Concretamente, los
accidentes producidos por fatiga causan cerca de 650 muertos y 3.400 heridos graves.
Además, si se cuantifican los costes económicos de estos siniestros, rondarían
entre 1.400 y 4.300 millones de euros, los cuales se distribuyen en costes de
hospitalización, traslados, pérdidas de producción, incapacidades temporales y
permanentes, una cifra que supone aproximadamente entre el 0,15 y el 0,4 % del
PIB español.