INSULTOS
Creo que alguna vez, algunos de nosotros instintivamente hemos dirigido algún improperio descalificativo a un peatón, otro conductor o persona que se nos ha cruzado en nuestro camino durante la conducción, o hemos observado como esos personajes de forma deliberada o no, han puesto en peligro la vida de otras personas o la suya propia.
Incluso, cuando han dado un
volantazo, o han frenado de golpe mientras nosotros íbamos detrás a una
distancia segura, sencillamente han cambiado de dirección sin avisar.
Es verdad que no hay tanta
imaginación a la hora de insultar como creen algunos.
“Gilipollas”, “imbécil” y
“cabrón” —también en versión femenina y bajo la forma de “cabrona”— son los
improperios más frecuentes en España.