INDEPENDENCIA DE PODERES
La independencia de los poderes del Estado es un principio
fundamental en las democracias modernas. Este concepto, conocido como la
separación de poderes, busca garantizar un equilibrio entre las diferentes
funciones del gobierno, previniendo abusos de poder y promoviendo el Estado de
derecho.
Los tres poderes clásicos son el legislativo, el ejecutivo y
el judicial. Cada uno de ellos tiene competencias específicas e independientes.
El poder legislativo es responsable de crear, modificar y aprobar las leyes; el
poder ejecutivo se encarga de implementar y administrar esas leyes; y el poder
judicial garantiza que las leyes sean aplicadas de manera justa y conforme a la
Constitución. Esta separación asegura que ninguna institución concentre
demasiado poder.