Un
equipo de 60 personas ha trabajado durante cuatro meses un total de 5.000 horas
para hacer realidad este vehículo único desarrollado con motivo del 30
aniversario del SEAT Ibiza. "Ha sido una gran oportunidad para los
aprendices", considera el responsable del proyecto, Àngel Lahoz, que
apuesta porque no se pierda el trabajo artesanal que realizan empleados con
muchos años de experiencia en el sector del automóvil.
A día de hoy, uno de los
principales retos de las empresas es garantizar la transmisión de estos
trabajos artesanos y manuales a las nuevas generaciones, unos conocimientos que
en este caso sólo se adquieren palpando y trabajando directamente con el
vehículo.