Son los dos únicos híbridos
urbanos del mercado y se erigen como los abanderados del respeto medioambiental
en la ciudad.
Con una avanzada tecnología mecánica, su elevado precio reduce
sus posibilidades comerciales pero su decidida militancia ecológica los
convierte en la referencia para los conductores más concienciados.
Ambos modelos, de clara
naturaleza ciudadana y origen japonés, apuestan por una configuración mecánica
poco común en esta categoría: la de la tecnología de propulsión híbrida
mediante un motor pequeño de gasolina combinado con otro eléctrico, aunque con
algunas diferencias entre ambos. Así, mientras el Jazz incorpora un motor
eléctrico situado entre el de gasolina y la transmisión con una potencia total
de ambos de 98 CV, el Yaris, por su parte, emplea una combinación que rinde 100
CV en total pero con una mayor aportación de fuerza por parte del eléctrico (en
el modelo de Honda es casi testimonial).